lunes, 4 de febrero de 2013

Capítulo 5: Sherlock


Capitulo 5: Sherlock
3 meses después

Era día 18 de junio. Ya habíamos acabado los exámenes y yo tenía mi titulación de bachillerato y la media de la prueba PAU. Al final todo había salido bien gracias a las clases de repaso de Woosung que como siempre me está sacando las castañas del fuego. Estaba terminando de hacer mi maleta, porque ese verano me iba con él a corea a casa de su abuela. Sus padres tenían que quedarse en España por que tenían que trabajar, pero Narae también venía con nosotros. Estaba tan emocionada que me costaba dormir. Suerte que me lo dijo después de los exámenes para no distraerme. Ya me lo preguntó antes y yo incluso se lo dije a Taemin, pero mi madre se opuso rotundamente y no había manera de hacerle cambiar de opinión. Estuvimos al menos una semana sin hablarnos. Pero justo después de hacer nuestro último examen de selectivo, Woosung me dijo que esa tarde mismo comenzara a pensar qué era lo que quería llevarme al viaje. A mí me pilló desprevenida y le pregunté a qué se refería. Me lo contó todo y lo primero que hice antes de ilusionarme y volverme loca fue llamar a mi madre para pedirle disculpas porque ella sí que me dejaba ir, pero quería que fuese una sorpresa.
Y aquí estoy ahora. A un paso de cumplir mi sueño. El avión salía en dos horas, pero nosotros ya estábamos en el aeropuerto. Yo le había dado muchas prisas porque estaba nerviosa. En ese momento, ya más relajada, estábamos en una cafetería desayunando. Eran las ocho de la mañana. Woosung decía que llegaríamos sobre las diez y algo a Seúl. En el aeropuerto nos estaría esperando su tío que nos llevaría a casa de sus abuelos, ya que ellos no podían conducir a sus edades.
-¿Quieres más galletas, Narae?- la pequeña asintió y su hermano se levantó a por otro paquetito de galletas. Parece mentira cómo crecen. Hace nada era una niñita y ahora es casi tan alta como mi madre. Aunque yo todavía le sacaba dos cabezas.
Sonreí recordando mi infancia, lo traviesa que era. Me escabullía por cualquier parte. Pero siempre acababa dando la cara. Terminé de beberme el café y cuando Narae se bebió su leche fuimos las dos juntas al baño. Volví a hacerle la trenza porque se la había destrozado de dormir en el coche. Al salir nos dijo Woosung que ya estaban llamando para embarcar. Cogimos las maletas y nos dirigimos al avión. En ese momento la niña pequeña parecía más yo que Narae.

El viaje fue tranquilo y sin muchas turbulencias. En la salida del aeropuerto había un señor, bastante joven a mi parecer, que se parecía mucho a Woosung, aunque con algunas arrugas. Era su tío. Subimos a su coche y nos llevó hasta la vieja casa de los abuelos. Estaba a las afueras. Era tradicional, con jardín y rodeada de un muro. Tenían flores de todas clases y el aroma era realmente agradable. Woosung me llevó a la habitación donde dormiría yo y me ayudó a guardar toda la ropa en la cómoda. Luego fuimos a la suya y le ayudé a guardar sus cosas. Narae no dejó que nadie tocara sus cosas. Era muy quisquillosa con eso. Solo ella puede tocar lo que es suyo.
-¿Quieres que te enseñe un poco el barrio?- me preguntó Woosung mientras cogía las llaves de la moto y la cartera.
-¡Sí! Estoy muy contenta de haber venido. Además puedo practicar mejor el idioma.
-¿Me estás diciendo que yo hablo mal mi propio idioma?
-En absoluto. Estoy diciendo que aquí me veré obligada a hablar en coreano. Contigo puedo cambiar de idioma cuando me atasque.- siguió mirándome “ofendido”.- Es igual.- comenzó a reírse sin poder aguantar más.
-Sé a lo que te refieres y estoy de acuerdo.- abrió la puerta y me acompañó hasta la moto.- ¡Voy a enseñarle el lugar, abuela! ¡Volveremos en un rato!
Me subí detrás de él y le agarre fuerte de la cintura. Era la primera vez que me subía a una moto porque nunca me habían gustado mucho, aunque era agradable la brisa. Era bastante tarde así que las calles prácticamente estaban vacías. Era un lugar muy agradable, con tiendas de todo tipo y locales de ocio. Cuando ya llevábamos un tiempo paseando por la carretera aparcó la moto en un gran parque lleno de cerezos en flor. Me sonrió y bajamos de la moto.
-Aquí es donde vengo cuando estoy triste. Es un lugar muy tranquilo y precioso.
-Ya lo creo…- me acerqué a uno de los árboles y cogí una de las flores. En ese momento el flash me cegó.- ¿Qué estás haciendo?
-Recuerdos. Para que se los enseñes a tus padres. Sales muy guapa.- me enseñó la foto y la verdad es que me gustaba bastante.- Sales natural. Así es como más hermosa estás.
Le di un codazo y sonreí agradeciéndole el cumplido.
-Es tarde. Deberíamos volver y descansar. Mañana te llevaré al centro para que veas los lugares más importantes, algunos al menos, y luego iremos a la firma de discos de SHINee.
Solo de pensarlo me emocionaba. Iba a volverles a ver. La verdad es que estos meses había trabado amistad con Taemin que hablaba todas las mañanas conmigo, al menos todas las que podía. Porque había veces que tenía que levantarse pronto y no podía esperarse a las doce de la noche para hablar conmigo. Era como un sueño hecho realidad. La verdad es que era muy agradable hablar con él. Era muy divertido y se preocupaba constantemente por los demás. El tiempo que pasé con el tratamiento estuvo muy atento a mis progresos y cada día me preguntaba si me dolía o no. Me sentí realmente feliz.
La alarma sonó a las 9:30 a.m. Me levanté medio sonámbula y fui al baño a despejarme un poco. Me hice un moño mal hecho y bajé a desayunar. Ya estaban todos menos Narae en la mesa. La abuela de Woosung me preparó unas tostadas, un cuenco de arroz blanco y un vaso de zumo de piña recién exprimido. Nunca había comido tanto para desayunar, pero por no faltar al respeto intenté engullirlo todo. Woosung me miraba de vez en cuando y se reía de mí, porque sabía exactamente lo que yo pensaba. Le lancé una mirada asesina para que volviera a su plato y me dejara comer en paz. Cuando terminé, ayudé a la abuela a limpiar los tazones y volví a mi habitación para vestirme y peinarme. Cuando salí Woosung ya me esperaba en la calle con la moto.
-¿Preparada para un largo día?- asentí mientras me ponía el casco y subía a la moto.- Hoy comeremos en el centro, ¿vale? Nos vendrá mejor para ir después al evento.- hizo ademán de arrancar, pero volvió a girarse y me preguntó-: Supongo que llevarás una cámara de fotos, un bolígrafo y los CD o una libreta.
-¡Pues claro! Arranca ya que tenemos muchas cosas que ver.
-Bueno, bueno, tranquila, que nos queda un mes y medio por delante.
Me agarré a él feliz de que pudiera enseñarme todo ese mundo que yo tanto aprecio. Apoyé la cabeza en su espalda y dejé que la brisa me acariciase mientras disfrutaba de las vistas. En el centro el tráfico era algo caótico y estresante, pero lo soporté bien. Primero me llevó a Insa-dong, donde probé comida tradicional del país y también escuché a un grupo de músicos con sus instrumentos tradicionales. Fue muy hermoso. Y después me llevó al Palacio de Gyeongbokgung. Era enorme y precioso. No pudimos ver nada más porque había demasiado tráfico y yo me entretuve mirando suvenires para mi familia. Para comer entramos en un pequeño restaurante con poca variedad de platos, pero todos ellos tenían una pinta deliciosa y eran baratos, que es lo que yo buscaba. Mientras comíamos repasábamos el itinerario de esta tarde. Cogí los palillos y me metí un trozo de carne en la boca. Mientras masticaba escuchaba a Woosung.
-Dentro de tres horas tenemos que estar ya en la cola, porque aquello se va a llenar de gente de forma bárbara. ¿Has traído el CD y la libreta?- asentí mientras tragaba.- De acuerdo. Si salimos en unos 20 minutos de aquí, llegaremos con tiempo de sobra si el tráfico acompaña.
Cogí la hoja con el horario que habíamos preparado antes de salir y lo miré detenidamente. Ambos nos metimos otro trozo de carne a la boca mientras mirábamos pensativos el itinerario.
-Pienso que deberíamos ir después del evento a algún karaoke. No tengo más ganas de ver monumentos hoy, la verdad. Me apetece divertirme un rato. ¿A ti no?
-Me parece bien. No has ido a un karaoke en tu vida, ¿verdad?- inquirió divertido. Yo le di un codazo alegando que en el pueblo no tenemos y que es lógico que no haya ido a ninguno.- Vale, vale. Ya lo sé, tonta. Sabes que me gusta hacerte rabiar.- me pellizcó la nariz con los palillos y yo le di un puntapié, controlando la fuerza para no hacerle daño.- Eres una bruta a veces.
-Cállate y traga. Quiero llegar a tiempo.- intentaba sonar seria, pero no podía evitar reírme
Bajó la mirada al plato sin dejar de reírse y continuamos comiendo sin hablar. Cuando terminamos cada uno pagó la mitad y volvimos a subirnos a la moto. El tráfico ya no era tan espeso como antes y se podía circular mejor. Llegamos más o menos a la hora que nos habíamos propuesto y aquello ya estaba empezando a llenarse de fans. Nosotros intentamos ir lo más cerca de la mesa que pudimos, aunque había tanta gente ya que era algo difícil. Yo me coloqué en la fila de Taemin y Woosung se puso en la fila de al lado, que era la de Key. Estaba algo nerviosa, pero no tanto como la primera vez. No podía dejar de sonreír. En ese momento los vi salir de detrás de la camioneta que acababa de llegar y saludaron a las fans.

                                                                       ~*~

Hoy era día de firmas. Antes de salir me asomé y estaba todo lleno de fans. El mánager me dio un codazo y me dijo que me pusiera tras Onew, que íbamos a salir ya. Nos colocamos sobre la plataforma y saludamos a todo el mundo.
-¡Hola, somos SHINee!
Tomamos asiento y poco a poco las fans se acercaban. Nos hacíamos fotos, firmábamos CD, DVD, posters, agendas, cualquier cosa que nos pusieran delante. Entablábamos alguna pequeña conversación, pero muy corta porque había mucha gente. Saludé a la siguiente y no pude evitar quedarme paralizado.
-Hola- saludó tímidamente.
Sonreí instintivamente y le di la mano, pero apenas pude decir nada porque Key se tiró encima de mí para darle un abrazo.
-¡Hye Hoon! Pensábamos que no vendrías. No nos avisaste.
El manager le lanzó una mirada asesina y Key volvió a su sitio, para seguir firmando. Sabíamos que no podíamos hablar así que aparte de firmar su CD le pasé una nota que decía que esperara junto al parque que había al lado, que la recogeríamos con la furgoneta para poder hablar tranquilos. Sonrió feliz al leerlo y se fue con un chico que la acompañaba. Todos la saludamos cuando se iba y volvimos a concentrarnos en nuestra faena. De vez en cuando miraba en la dirección que se había ido y la veía parlotear feliz con su amigo y abrazarlo con fuerza.
-Le ha crecido mucho el pelo, ¿verdad?- me dijo Key. Asentí sin apartar la mirada de la hoja donde estaba escribiendo. Quería terminar cuanto antes para poder hablar con ella cara a cara por fin.
Una hora y media después más o menos nos despedimos de todas las fans y volvimos a subir a la furgoneta, pero a una diferente para despistar a las fans. Los asistentes guardaron los micros y desmontaron todo muy rápido como siempre. Cuando ya no quedaba nadie arrancamos la furgoneta y recogimos a Hye Hoon y a su amigo, Woosung creo que se llamaba. El manager le ayudó a cargar su moto y nos dirigimos a la casa.
-No, espera. A la casa no- nos miró dudosa, pero al final habló- ¿Podemos ir al karaoke? Es que… Ya teníamos pensado ir y pues… Me gustaría ir con vosotros- nos pilló algo desprevenidos porque solía ser muy tímida. Estaba seguro de que se estaba muriendo de vergüenza en estos momentos- Si no queréis no pasa nada. Ya iremos nosotros dos solos otro día, no importa.
-¡No!- le corté- A mi me encantaría ir. ¿Qué os parece?- les miré suplicante y  al final todos accedieron.
-Shin hyung- le dijo Onew- Llévanos al karaoke del barrio. Es muy pequeño y no suele ir mucha gente. Allí estaremos bien.
A Hye Hoon se le iluminó el rostro y no hacía más que agradecérnoslo. Yo no paraba de mirarla. Apenas hablé con ella en el coche porque todos queríamos decirle algo. Su amigo parecía bastante nervioso al principio, pero luego se soltó y ya era como si nos conociéramos todos desde pequeños. Al llegar nos pusimos las gafas y las gorras o capuchas y subimos hasta la sala más alta del local. Había alguna canción nuestra, pero Hye Hoon no nos dejó cantar ninguna.
-No es justo, porque tendríais ventaja.
-Entonces cántanosla tú.- le reté, pero ella se sonrojó y me dio un codazo sonriendo nerviosa.
-¡Pero qué dices! Os reiríais de mí.
Jonghyun la abrazó por el cuello y le pellizcó el pómulo.
-¡Es imposible reírse de una voz tan linda!
 En ese momento sentí algo de envidia y celos. Busqué alguna canción divertida para poder cantar todos aunque solo tuviéramos tres micrófonos. Estuvimos un buen rato metidos allí cantando y charlando. Cuando dejó de cantar Hye Hoon se ofreció a comprar algunas bebidas y antes de que Woosung se levantara de su asiento yo ya estaba a su lado para acompañarla y tener un rato solos. Salí tan rápido tras ella que casi nos caemos. Tuve que apoyarme en la pared para no caerme y ella quedó justo frente a mí, mirándome sorprendida.
-¿Estás bien?- me preguntó. Asentí y me enderecé.
-Lo siento. He perdido el equilibrio.
Sentía cómo mi cara se encendía así que intenté ir un poco por delante de ella para que no me viera. Caminamos despacio hasta la cafetería y compramos los refrescos. A la vuelta se paró y me cogió de la camiseta.
-Espera…- dijo sin mirarme a la cara. Parecía nerviosa- Quería agradecerte que seas tan gentil y bueno conmigo, aunque sé que lo haces por lo del accidente.
No sabía qué decirle… Me dejó noqueado. Sonreí y le di con el dedo en la frente.
-Babo. No lo hago por el accidente. Eso ya está en el pasado. Lo hago porque me caes bien y pienso que eres una chica encantadora.
Hye Hoon levantó la mirada, sonrió y se lanzó contra mi pecho. Me abrazó tan fuerte que creía que iba a cortarme la respiración. Correspondí a su abrazo y volvimos con los demás. Estuvimos un rato más hasta que nos terminamos las bebidas. Les ayudamos a bajar la moto de la furgoneta, ya que se negaron a que los acompañáramos porque no querían que recorriéramos tanto camino nosotros que teníamos la agenda muy apretada esos días.
-Espero que nos veamos más antes de que vuelvas a España.
Asintió y nos dio un abrazo a cada uno. Le estreché la mano a Woosung y nos fuimos de camino a casa.

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Capítulo 4: Stranger



Capitulo 4: Stranger

Me desperté sobresaltada y sudando el Amazonas. Encendí la luz y abrí los ojos con miedo. Temblorosa cogí el inhalador de la mesilla de noche, aspiré un par de veces e intenté tranquilizarme. De nuevo me atacaban esas pesadillas. Nos encontrábamos en un campo de concentración. Yo no podía moverme, sólo observar cómo los guardias arrastraban y torturaban a mi familia ante mis ojos. Estos sueños eran la causa de que mi asma empeorase. Mi hermana, acostumbrada a estos ataques entró con un vaso de agua y el tranquilizante para que pudiera volverme a dormir.
 
-Pensaba que ya se había acabado la epidemia nazi en tu cabecita- me dijo sentándose a mi lado en la cama.
 
-Y yo- me incorporé y apoyé la cabeza en la pared.
 
Se quedó un rato conmigo hasta que vio que me había calmado y volvió a su habitación. Dejé la mente en blanco y me volví a dormir, por suerte sin volver a despertarme.
 
Ese sábado iba a pasar el día a casa de Woosung, que me había invitado a ver una película con su hermana. Me puse un chándal negro y una camiseta blanca de manga corta, ya que empezaba a hacer calor, y cogí un bizcocho que había hecho el día anterior con mi madre. Al llegar, la pequeña Narae me abrió la puerta contenta de verme y me llevó de la mano, más bien me arrastró, hasta el salón.
 
-Annyeong- me sobresalté cuando lo escuché al lado de mi oreja. Se burló de mí y se sentó a mi salo del sofá.- ¿Te apetece un zumo de naranja?
 
-Solo si no escupes en él- le hice burla y me giré a ver la tele.
 
Me dio un empujón y se fue a la cocina para volver con tres vasos de zumo recién exprimido. La peli era bastante entretenida, estilo fantástico. Le di un sorbo a mi vaso y sentía su mirada como un puñal. Me giré para mirarle intrigada.
 
-¿Qué es lo que quieres?- se rió y negó con la cabeza.
 
Volví a centrarme en la película, pero no por mucho tiempo porque escuché el pitidito del móvil. ¿Un correo? ¿De quién?, pensé. Le di a abrir y vi que era de me2day. Lo abrí y para mi sorpresa… Era de Taemin. Pegué un pequeño grito al ver su nombre escrito en la pantalla y los dos hermanos me miraron asustados por mi reacción. Yo me reí nerviosa y le di a abrir. No esperaba que me escribiera algo por su cuenta después de responderme al que yo les envié con la foto del hospital. Estaba tan emocionada que me temblaban hasta las manos.
 
Hi~~! ^_^ ¿Qué tal? Ya estarás totalmente recuperada, ¿no? Eso espero. Nosotros estamos tomando un par de días de descanso antes del Comeback Stage del M! Countdown. Supongo que estarás al corriente jejejej ¿Estás estudiando, no? ¿Qué estudias? Solo tengo curiosidad jajajaj
Un saludo. Taemin J
 
Esto era lo más inesperado entre lo inesperado. Me quedé como una boba mirando el mensaje, lo leí y lo releí. Sin prestar atención a Woosung y a Narae le di a contestar y me puse a escribir.
 
Annyeong oppa! ¡Me ha hecho muy feliz recibir tu mensaje! No sé cuando vas a poder leerlo ni sé si vas a contestar, pero no importa ^.^ Sé que estáis muy ocupados con el Comeback. Pues ya estoy totalmente recuperada de la lesión por suerte. En cuanto a tus preguntas, sí, estudio. Acabo en un mes las clases. En septiembre empezaré la Universidad (espero) J Tú te graduaste hace poco, ¿no? Bueno, espero que todo salga bien. Un saludo para todos. Hye Hoon 
 
 
Le di a enviar y enfrenté a mis acompañantes. Ambos me miraron curiosos. Narae comenzó a preguntar quién era ese oppa, si me gustaba, si era mi novio… Woosung se reía de la escena.
 
-Tienes la cara como un tomate y deberías haberte visto mientras escribías.
 
Le di un codazo todavía riéndome y le dije que pusiera otra vez la película. El día se pasó volando sin darme cuenta. Como no hacía más que mirar el móvil por si llegaba algo de SHINee, Woosung me confiscó el teléfono hasta que me fui a casa. Al llegar me fui directa al ordenador, mal vicio, para ver si había llegado algún correo. Nada. Me desilusioné un poco pero tampoco importaba. Están muy ocupados, es normal. Lo apagué y ayudé a mi madre a hacer la cena. Esta noche tocaba… ¡Wow, hervido de patatas y acelgas! Qué novedad. Últimamente cenábamos hervido muy seguido… Pero es sano y está bueno, debo agradecerlo.
 
Después de cenar fui a mi habitación y practiqué un rato con la guitarra. Estaba componiendo una canción, pero no era muy buena. Sólo llevaba un par de años practicando y no la tocaba mucho porque no tenía tiempo. Me faltaba mucha práctica para llegar al nivel de mi profesor. Saqué la partitura y la coloqué en el pequeño caballete que tenía. Era de una pizarra que me regalaron de pequeña pero yo lo utilizaba como atril. Había perdido algo de práctica y me costaba tocar y cantar a la vez. Lo intenté una y otra vez hasta que me salió perfecto. Entonces comencé a añadir las últimas notas y a rectificar algunas cosas de la canción. En un principio iba a ser sólo con la guitarra, pero Woosung me dijo que me ayudaría a poner algunos instrumentos con un programa para que quedase mejor. Lo tenía todo ese chico. No sé cómo no encuentra novia. Cada cosa que le pedía me la daba y me ayudaba en todo lo que podía y más. Sonreí interiormente al acordarme de la primera vez que nos vimos. Él era bastante tímido, igual que yo. Tal vez por eso nos hicimos amigos tan rápido. Pasó un par de semanas solo, nadie hablaba con él, hasta que un día yo tropecé en las escaleras y él me cogió cuando estaba a punto de caer. Mis libros fueron al piso de abajo, pero yo por suerte no caí. Le di las gracias y a partir de ese momento comenzamos a hablar. Yo le enseñe a hablar español y cuando ya habló bien nuestro idioma, creo que teníamos 14 o 15 años, me empezó a enseñar coreano. A veces me gustaría volver a aquella época. Fueron los años más felices de mi vida.

                                                                       ~*~

 Ya estaba todo preparado para el comeback. El álbum ya había sido lanzado al mercado. Yo estaba contestando el mensaje de Hye Hoon mientras esperaba a que Key terminara de hacer la cena. Esa noche estaríamos nosotros dos y Minho solos en la casa. Jonghyun y Onew habían ido a un programa de televisión solos y mañana por la mañana tenían que ir a un evento para una ONG y como era algo lejos se iban a quedan en un hotel cerca del lugar.
-¡Bien! La cena ya está. Taemin, ayúdame a poner los platos y los cubiertos, por favor.
-Sí, Key omma.
Me dio un sartenazo flojo y me puso los platos en las manos para que los colocara. Había hecho pollo de andong y estaba delicioso. Mientras cenábamos hablábamos de lo que íbamos a hacer al día siguiente antes de ir a practicar.
-Podríamos ir a ver alguna película al cine.- sugirió Minho.- He leído que iban a estrenar una muy buena.
-Me parece bien.- a Key todo le parecía bien si lo hacíamos en grupo.
-¡Bien! Me apetece hacer algo fuera de esta casa.
Esa vez me tocaba limpiar a mí. Y no tenía poca faena que se diga. ¿Cómo tres personas podían ensuciar tanto? Cuando acabé de lavar los platos fui a ducharme antes de ver un rato la tele. Minho como siempre estaba leyendo, pero esta vez eran letras de canciones. Le pregunté qué era y me las enseñó. Eran las nuestras que las estaba repasando todas aunque se las sabía de memoria.
-¿Por qué no haces otra cosa más divertida?- le pregunté.
-¿Cómo qué? ¿Molestarte a ti?- empezó a hacerme cosquillas y yo sin querer le di una patada en el estómago.
-¡Perdón! No lo he hecho a propósito. Lo siento mucho.
-No importa. No ha sido culpa tuya.
Se puso la botella de agua fría donde le había pegado y volvió a lo suyo sin poder parar de reírse. A mí me había asustado pero comencé a reírme contagiado.
-De verdad lo siento.
-Que no pasa nada. ¡Pero ten cuidado la próxima vez!- me lanzó uno de los cojines.
Me giré para seguir viendo la TV. Pasaba canales, uno detrás de otro, pero nada me llamaba la atención. Al final decidí apagarla y me fui a la habitación a mirar cosas en el ordenador. En ese momento me conecté a me2day y vi que Hye Hoon acababa de enviar la contestación al mensaje. Le envié uno para que no se fuese y me puse a hablar con ella. Me contó lo que había hecho durante el día y yo le conté lo que habíamos hecho nosotros. Era muy agradable hablar con ella.
-Tengo algo que decirte, Taemin. No sé si podrás, pero igualmente te informo.
Me pilló algo desprevenido, pero le dije que lo soltara igualmente.
-Espero que sea bueno J
- Puede que vaya a Seúl este verano. Los dos meses. Y quería preguntarte cómo teníais la agenda para poder veros y eso. No digo de quedar como si fuéramos amigos. En absoluto. Simplemente quería ir a algún evento, porque sé que estaréis muy ocupados con los conciertos y esas cosas…
Al principio estaba sorprendido y luego sentí cómo la alegría y la felicidad se apoderaban de mí.
-¡Eso es genial! Me gustaría mucho verte. Te avisaré cuando lo sepamos. Un saludo.
-¿En serio? Vaya, muchas gracias. Buenas noches. (Buenos días para mí jajajajaj)
Apagué el ordenador y me tumbé en la cama. Me quedé mirando el techo embobado, sonriendo tontamente. Me caía muy bien esa chica y me hacía feliz poder volver a verla. No sabía si pedirle su número de teléfono, porque es algo muy personal y no creo que quisiera. Creo que deberíamos conocernos más, si ella quiere. Me giré apoyando la cabeza en el brazo y apagué la luz. Mañana sería otro día repleto de emociones.

Al despertarme lo primero que hice fue ir a la cocina para comer algo. Me moría de hambre. No había nadie despierto todavía. Seguramente se acostaron tarde, pensé. Me puse un vaso de leche y cogí un par de tostadas con mermelada. Me senté en el taburete y miré nuestra agenda. Esa noche hacíamos el comeback en el M Countdown. El videoclip había tenido mucho éxito y el álbum se vendía muy bien. Todos estábamos muy contentos. Hye Hoon me había enviado un mensaje felicitándonos por el éxito. Limpié lo que había ensuciado y me empecé a preparar para cuando nos recogiera nuestro manager. Al poco rato se despertó Key y antes de comer nada se preparó las cosas y se arregló. Minho también se había levantado pero él fue directo a la cocina como yo. Metí la ropa para cambiarme en el bolso y me peiné un poco antes de salir.
Ya en el plató nos encontramos con Onew y Jonghyun que acababan de terminar su programa junto con Hongki hyung. Nos reunimos todos en la sala de maquillaje y peluquería y nos prepararon. Nos dirigimos al centro del escenario y nos preparamos para actuar. Las luces se apagaron y comenzó a sonar Sherlock. Yo ya estaba muy concentrado y esperaba que todo saliera bien y fuese un éxito.





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Capítulo 3: Y.O.U



Capitulo 3: Y.O.U

Cuando se fueron llamé a mi madre para hablar con ella, porque mi hermana me había dicho que se lo había contado y que estaba todo el rato llorando. Le dije lo que me había pasado y que estaba completamente bien. Los sedantes funcionaban a la perfección, así que mañana iba a disfrutar como un niño con su primera bicicleta.
-¡Ay, Dios, nena! ¡No me vuelvas a dar esos sustos que me llevas directa a la tumba!
¡Qué dramática! No pasó nada realmente grave. También le dije que iba a ir al concierto igualmente, que ellos nos habían reservado a mí y a Yong Soo unos asientos en las gradas cerca de ellos, que el hospital me prestaría una silla de ruedas para ir. Ella estalló en cólera. Que si era peligroso, que si podía hacerme daño, que si podía caerme… Yo no le iba a hacer caso, después de que me propusieran ir.
Al día siguiente, el gran día, me desperté pronto por los nervios y estuve todo el día escuchando sus canciones y viendo las fotos que nos hicimos juntos. Mi hermana me había traído el portátil y ropa nueva para esa noche, ya que no tenía pensado ir con el camisón del hospital. También se había traído la plancha para peinarme un poco. Me repasé cada letra, cada estribillo, aunque ya me las sabía todas. Lo único que me iba a decepcionar de ese día era no poder saltar como el resto de personas. A la hora de comer me atiborré a sopa y a natillas de vainilla. Consecuencias de los nervios. Y después me levanté con cuidado, aunque me dolían levemente las magulladuras, y me vestí con ayuda de mi hermana. Luego me peinó y llamó a la enfermera para que trajera la silla de ruedas. Sentía mariposas en el estómago y algo que quería explotar en mi interior y salir de mi cuerpo en forma de felicidad extrema. Me contuve para no dar el espectáculo como hago en mi casa cuando no me ve nadie. En la planta baja, la enfermera nos acompañó hasta un hombre trajeado que decía estar esperándonos.
-Me envía el presidente Kim para que lleguen antes de que comience a entrar toda la gente y puedan estar en el ensayo general junto a las VIP.
Le seguimos hasta el coche y nos llevó hasta el pabellón. Al llegar vimos la cola quilométrica que estaba esperando a que las puertas se abriesen, aunque las VIP comenzaban a entrar por la puerta trasera. Hacia allí nos condujo el amable hombre y nos llevó hasta los asientos que teníamos reservados. Estaban realmente cerca del escenario y seguro que si alargaba la mano se la podría estrechar. Me fijé en todas esas chicas en primera fila esperando a que el ensayo comenzase, felices como yo, pero no tanto. De eso estaba más que segura. Al poco rato de llegar nosotras comenzaron a salir artistas de la compañía para empezar a ensayar. Todo el equipo estaba preparado para probar los instrumentos y el material. Entre ellos vi a Key que salió cerca de donde estábamos nosotras y saludó al público. Luego se giró hacia donde estábamos mi hermana y yo y vino a saludarnos.
-¡Annyeong!- dijo jovialmente-. ¿Cómo estás hoy?- se asomó a la baranda y nos estrechó la mano.
-Mejor. Ya no me duele tanto, aunque el golpe que me di en el costado sí que me duele un poco.
-Bueno, pero eso se pasará rápido. Lo bueno es que no tienes ninguna contusión interna en la cabeza- su sonrisa era cálida y transmitía energía y felicidad-. Espero que disfrutéis muchísimo del espectáculo. Cuando termine esperad a que se vaya la gente y Goo Jung-sshi os llevará de nuevo al hospital- se dio la vuelta para reunirse con todos, pero antes se giró para decirnos una última cosa-: Por cierto, ¿cuándo te dan el alta?
-Mañana podré irme a casa ya, aunque tendré que seguir tomándome la medicación unos días más- le expliqué.
Se fue corriendo y gritando “fighting”, que ya quedaba poco y que lo iba a bordar.

                                                                       ~*~

Cuando me tocaba salir a mí para ensayar lo primero que hice fue mirar a ver si ya había llegado y allí estaba con su radiante sonrisa. Levanté la mano para saludarlas y me concentré para no llevarme un sermón como esta mañana. El ensayo pasó rápido y fue muy divertido. Todos estaban contentos porque había venido mucha gente a vernos. En uno de los momentos que no nos tocaba salir a ensayar, Minho y yo nos acercamos a las ventanas y vimos la cola de gente que esperaba tarareando canciones y hablando impacientes porque se abrieran las puertas. Estas cosas hacían que dieras todo para que la gente lo disfrutara y hacían que quisieras seguir haciéndoles sonreír como ellos lo hacían con los pequeños detalles que te daban o el simple hecho de venir a recibirnos en el aeropuerto o a los conciertos y corear tus canciones. A mí al menos me subía la moral.
-¡Uooh!- exclamé.
-Hay mucha gente.- Minho se separó y volvió adentro.
Esperé paciente a que mi plataforma me lanzara al escenario. Era una de las primeras personas en salir junto con Sungmin, Donghae, Hyoyeon, Yuri y Yoona. La música y los bramidos de la gente inundaron el ambiente.
-¡Diez segundos, chicos!- nos avisó la coordinadora.
La concentración se apoderó de mi mente y me dejé llevar como en cada presentación, ligero, rápido, con alegría adolescente, según el presidente Kim. Cada paso que realizaba y cada movimiento, cada nota que salía de mi garganta en forma de verso formando una canción llena de energía y de sentimiento era todo lo que podía hacer para agradecer que toda esa gente que había dejado el pabellón sin lugar ni para una mota de polvo. La sonrisa me salía sola. Saltaba y gritaba, esperando a que mis compañeros hicieran también su aparición. Dos cañones de confeti estallaron al acabar la canción y todos nos juntamos en la parte delantera del escenario, con cogimos de las manos y saludamos al público.
-¡WELCOME TO THE SMTOWN SHOW! - gritamos al unísono. Todo el local irradiaba felicidad y alegría.
El concierto duró casi tres horas. Al terminar estábamos agotados, pero todavía nos quedaron algo de fuerzas para salir con nuestras bolsas llenas de regalos y lanzarlos al público. Yo fui expresamente a ellas dos para dárselos en la mano. Había escogido un conejo blanco para ella y un oso para su hermana. Lo abrazó como si fuera el tesoro más preciado de su vida y se lo agradecí con una sonrisa. Vacié la bolsa enseguida y cuando terminamos nos volvimos a despedir como habíamos empezado.
-¡Ha sido genial! ¿Verdad?-exclamó Shindong.
-Me lo he pasado muy bien y se sabían todas las canciones. Me han impresionado- Sunny también estaba impresionada, como todos-. Creo que el presidente Kim debería pensarse lo de venir aquí a hacer conciertos todos los años. De cada grupo, me refiero, no el SMTOWN. Seguro que nos recibirían igual que hoy.
-¿Podemos?- le pregunté inocente.
El presidente se quedó pensativo durante un momento antes de contestar.
-Tras vuestra presentación del próximo álbum y vuestra gira por Asia, haremos una gira por Europa y América.
Todos estábamos contentos por su respuesta. Nuestros compañeros nos felicitaron y esperaban poder hacer lo mismo cuando hicieran su propio comeback. Pasó casi una hora hasta que el pabellón entero se hubo vaciado. Me asomé varias veces para ver si seguían allí y esperaba tranquila mientras hablaba con su hermana emocionada. Cuando ya no había nadie, el secretario del presidente Kim fue a buscarlas y las llevó hasta el coche en el que vinieron. Ella se giraba de vez en cuando y buscaba entre los trastos del escenario por si veía a alguien mientras su hermana empujaba su silla de ruedas y se marchaban. En ese momento Key me empujó y salimos los cinco para despedirlas. Su rostro se iluminó al vernos y yo creo que me sonrojé un poco.
-¿Os habéis divertido?- preguntó Jonghyun.
-¡Sí, mucho! ¡Ha sido increíble! ¡Nunca me había gustado tanto un concierto!
-Me alegro. Cuidaos mucho y espero que te recuperes pronto de las magulladuras.
-Muchas gracias. Por eso y por todo lo que habéis hecho por mí.
Estuvo agitando su brazo hasta que nos perdió de vista.

                                                                       ~*~

Sentía tanta emoción que no podía ni siquiera dormir. La camilla me parecía incómoda en ese momento y sólo tenía ganas de revivir ese momento una y otra vez en mi cabeza. No volvería a verlos, puede que en un concierto sí, pero seguro que ni se acordarán de mí… Eso me ponía un poco triste, pero no iba a dejar que me deprimiera. No ahora. Le di al botón de la cama para quedarme sentada y cogí mi iPod y la cámara para revivir el momento aunque fuese con fotos. Hice algún que otro video, pero como no se veían muy bien no les hice caso. Me importaba más el que había hecho mi primo cuando vinieron al hospital. Él me lo había pasado a mi propio móvil para poder verlo tantas veces como me apeteciera. Y así pasé mi última noche en el hospital hasta que acabé rendida y el sueño se apoderó de mí mientras escuchaba Hit me.
Los rayos de sol que se colaban por las rendijas de la persiana me despertaron sobre las diez de la mañana. Mi hermana me dijo que el primo nos recogería a las doce del mediodía para llevarnos a la estación de tren, que ya llevaría nuestras cosas. Me levanté con ayuda de las muletas y abrí la persiana. Fui al baño y me arreglé un poco el pelo, me lavé la cara y me vestí como pude. Poco después llegó mi hermana a la habitación y me dijo que ya había llegado. Recogí mis cosas y las metí en la mochila. Mi primo estaba en la entrada con el coche esperándonos. Bajé hasta allí con la silla de ruedas porque todavía me dolía el tobillo. Nos subimos al coche y dejamos atrás uno de mis lugares favoritos a partir de aquel momento.
-Bueno… Espero que nos veamos otra vez pronto y que no estemos siempre hablando por facebook- se rió y me abrazó.
-Espero, aunque todo depende de mis padres que también quieren venir.
Nos despedimos de él y subimos al tren. El camino se me hizo algo largo, porque me empezaba a doler todo y no tenía las pastillas a mano. Intenté desconectar y pensar en otra cosa. Cosa que no era otra más que Taemin y su linda sonrisa mientras cantaba. Deseaba regresar al pasado, a ese momento y volver a abrazarle y escuchar su dulce voz.
Ya en casa mi madre me abrazó llorando y diciéndome que sabía que iba a pasar algo malo y que no me fuera más, bla, bla, bla… Fue una coincidencia. Una maravillosa coincidencia, pensé. Mi padre también me preguntó por mi estado y me dio un beso en la frente, al igual que a mi hermana. Cuando mi madre se calmó decidí enseñarles los videos y las fotos del concierto. Como no los conocían no se ilusionaban como yo. Y cuando les enseñé esos, decidí relatarles mi maravillosa experiencia en el hospital, el culpable de que hubiera ido a parar allí y sus consecuencias. Mis padres hasta que no les enseñé el video y las fotos no se lo creían.
-Estarás contenta, ¿no?- me dijo mi madre.
¿Cómo podía preguntarme eso? Estaba a punto de llorar sólo de recordarlo. A veces creo que voy a deshidratarme de tanto llorar. ¡JA! No caerá esa breva, Solía decirme mi mejor amigo. De broma, por supuesto.
“Tturuhjyuh kkeh-jeel-tteut-han toomyunghan negeh, dahl-kohm-han dohk-mool puh-jee-deut, ha-yaht-keh uruh-boo-teun neh oren sangchyuh-gah, nuh-yeh gahseum-sohk geep-gae puh-jyuh-doh…”
 
La alarma del móvil volvía a sonar para recordarme que tenía que ir al infierno llamado instituto. Últimamente no iba muy bien en los estudios, pero intentaba esforzarme cuanto podía. Me levanté a regañadientes y me arreglé todo lo rápido que pude para no llegar tarde el primer día después de las mini-vacaciones. Estos días mi padre me llevaría a clase con el coche, porque no estaba para andar todavía. Suerte que todas las clases las tengo en la misma aula, menos dos, pensé. Hacía un día soleado, pero corría un aire bastante fresco, así que cogí la chaqueta. En clase, otra vez volví a reproducir el momento una y otra vez a cada uno de mis amigos. Algunos no le prestaron  atención, porque esas cosas no les interesan, otros se alegraron por mí y otros se tiraban de los pelos de la envidia (jojojojojo). A última hora, ya cansada, intentaba no prestarle atención al reloj porque estaba segura de que el tiempo no pasaba y que las manecillas me jugaban una mala pasada adelantándose y retrocediendo. La profesora se quedaba mirándome mientras explicaba y eso impedía que se me cerraran los ojos, pero creo que la estaba asustando porque los debía tener muy abiertos para no dormirme. Justo cuando sonó la musiquita que anunciaba el final de las clases (y que me recordaba a Japón porque era la misma), mi compañero gritó de júbilo y todos salimos disparados para casa sin dejar que la profesora terminara de hablar. 
 
Por el camino iba acompañada de Woosung, mi compañero de pupitre y mejor amigo desde los diez años, que hablaba sin parar de las ganas que tenía de que acabaran las clases y que llegase el verano para poder visitar a sus parientes de Corea. Él era el que se tiraba de los pelos cuando le contaba lo cerca que había estado de Key, que es su preferido. Woosung ya los había visto en un evento de la SM en Corea hace casi dos años, pero no era comparable con lo que había vivido yo. Yo también me moriría de la envidia si le hubiera pasado a cualquier otra persona.
 
-¿Hye Hoon?- me llamó-. ¿Por qué no respondes a mis ataques? Normalmente estás más divertida.
 
-Lo siento… Es que ando bastante distraída. ¿Qué decías?- le miré con curiosidad por saber lo que me estaba contando esta vez.
 
-Nada, da igual. Eran tonterías para sacarte de tus casillas como siempre- sonrió pícaramente y me revolvió el pelo como solía hacer desde que nos conocimos. Decía que tenía el pelo muy liso y que le recordaba a su hermana pequeña.
 
-A veces no sé cómo te aguanto- le pellizqué el pómulo y salí corriendo delante de él.
 
-¡Porque estoy como un queso y porque sin mí no aprenderías coreano!
 
Oía cómo se acercaba corriendo, por supuesto más rápido que yo, y me rodeaba la cintura con sus brazos. Yo intentaba resistirme entre carcajada y carcajada, pero no podía con él. Al final me soltó y continuamos camino a casa. Al llegar me dio un beso en la frente y volvió a revolverme el pelo.
 
-Estudia. Y no coreano, sino historia. Sabes que puedes aprobar.
 
Me quedé en la puerta viendo cómo se iba calle abajo. Cuando se ponía tan serio a veces me daba miedo, pero sabía que tenía razón. No aprobaba porque era una completa vaga. Suspiré y entré dejando la mochila en la puerta de mi habitación y entrando en el comedor para saludar. Mi madre no estaba así que deduje que estaría trabajando. Mi padre ya había preparado la mesa y la comida. Me dirigí a la silla y me desplomé agotada. Comí todo lo rápido que pude evitando el atragantamiento y me fui a la habitación para estudiar. Saqué el libro y lo abrí por el tema. Todavía me quedaba una semana para el examen, pero si no me ponía ya no lo aprobaría. Al principio todo bien, pero conforme pasaban los minutos me dormía más y más. Decidí ponerme algo de música para evitar el silencio, pero no funcionó, así que acudí a mi último recurso: llamar a Woosung. Dieron diez tonos y no lo cogió. Lo hace a propósito, pensé. A los pocos minutos me llamó él.
 
-¿Pasa algo? Estaba en la ducha- preguntó preocupado.
 
-¡Qué va! Es solo que quería preguntarte si podía ir a tu casa a estudiar. No me concentro y quería preguntarte algunas dudas.
 
-Claro. Ven en media hora. Dame algo de tiempo para arreglar un poco la habitación.
 
-Vale, pero no tardes que me aburro como una ostra.
 
-¡Pues haz los deberes de mientras! Seguro que así mantienes la cabeza en otro sitio que no sea el trasero de Taemin.
 
Eso me sorprendió. Yo no pensaba en su trasero. Ni siquiera estaba pensando en él en ese momento. Dejé el móvil en la mesita de noche y recogí las cosas que necesitaba. Cuando salí de casa el sol me cegaba. Todavía hacía algo de calor aunque estábamos casi en invierno. El cambio climático apesta. Al llegar a su puerta toqué a la ventana para que su madre me abriera. Hice una reverencia y entré directamente al cuarto de Woosung como siempre.
 
-¡Hye Hoon-unnie!- escuché una vocecita tras de mí y me giré para saludarla.
 
-¡Hola, Narae! ¿Cómo estás? ¿Vas bien en el cole?
 
-Sí. Es todo muy fácil y mi hermano me ayuda siempre que tiene tiempo si no entiendo algo.
 
-Me alegro. No seas como yo y sigue su ejemplo.
 
Abrí la puerta sin tocar y me lo encontré en calzoncillos con los pantalones en la mano. Nos quedamos paralizados, mirándonos con los ojos como platos. Cerré la puerta sin decir palabra y esperé a que él la volviera a abrir. Cuando lo hizo estaba rojo como un tomate y supongo que yo también. Me invitó a entrar y me senté en la cama.
 
-¿No te han dicho nunca que se llama antes de entrar?- parecía algo molesto, pero enseguida cambió de expresión y se puso en modo “macho men seductor”-. Sabes que te ha gustado el momento. 
 
-¡Cállate y saca el libro y los apuntes!
 
Seguía mirándome picarón, pero yo no le hacía caso. Quería aprobar este examen y demostrarle a la profesora que puedo hacer más de lo que ella ve. Al principio estábamos bien, callados y concentrados. Lo que no entendía se lo preguntaba, pero cuando comencé a liarme de verdad me desconcentré y empecé a hablar molestándole a él también. Me preguntó qué era lo que no entendía y se lo dije. Sacó una hoja y me hizo un esquema para saber cómo organizar el tema y las ideas importantes. Cuando hacía esas cosas se concentraba un montón y no parecía el mismo.
 
-Deberías ser profesor. Los alumnos te adorarían y saldrían sacando dieces del instituto.
 
Sonrió pero no contestó. Realmente agradecía todo lo que hacía por mí. A veces creo que no me lo merezco, aunque cuando le digo esas cosas él se enfada un montón conmigo, porque dice que no me valoro a mí misma… Puede que tenga razón en eso también. Como en todo.

                                                                       ~*~

Hoy comenzábamos a grabar el nuevo MV. Ya habíamos grabado el mini-álbum entero y ensayado hasta la saciedad todos los bailes de todas las canciones. Estaba algo molesto con el pelo que me habían hecho pero decían que sólo era para la presentación, que luego me lo podría cortar. No me molestaba tenerlo largo, pero no acababa de acostumbrarme. Además que era más largo que cuando sacamos el álbum de Lucifer. Jonghyun se acercó a mí al verme algo cabizbajo.
 
-¿Te pasa algo?- preguntó.
 
-No, qué va. Es que… Estoy bastante cansado últimamente. No duermo muy bien y creo que he adelgazado.
 
-Sí… Se te nota más flaco. ¿No comes bien?- parecía bastante preocupado por mí.
 
-Sí que como, pero no como suficiente creo. No sé. No tengo apetito.
 
-Bueno. Tú aunque no tengas hambre tienes que comer que estás hecho un saco de huesos.
 
-Y tú un saco de músculos.
 
Sonrió  tocándose el abdomen orgulloso de sus músculos, se fue al centro de la habitación y se preparó para grabar su parte en solitario. Los demás teníamos descanso hasta que nos llamasen. Aproveché para ir al baño y refrescarme un poco. Me dolía la cabeza por no dormir bien, pero podía aguantarlo. No podíamos perder ningún día de trabajo. Quedaba muy poco para presentar el álbum y teníamos que tenerlo todo preparado. Cuando salí Jonghyun ya había terminado con su parte y estaban grabando la de Key. Íbamos bastante rápido, ya que eran escenas fáciles de tomar, pero cuando rodáramos la parte de historia iba a costar más tiempo. Me froté los ojos y la chica se acercó a mí para retocar mi maquillaje.
 
-Eres el siguiente, Taemin.
 
Hice todo el esfuerzo que pude para que saliera bien aún estando somnoliento. Cuando nos enseñaron las imágenes vi que habíamos hecho un buen trabajo. Va a quedar genial, pensé. Después de comer y grabar algunas escenas más, nos fuimos a casa, ya que no teníamos nada más en la agenda nos quedaban cuatro horas libres hasta la hora de la cena, así que tratamos de aprovecharlas al máximo. Jonghyun decidió ponerse a dibujar, le relajaba mucho, decía. Onew y Minho estaban jugando a videojuegos, y Key y yo respondíamos algunos de los mensajes que nos habían dejado en me2day. Era complicado responder a todos porque había muchos, pero intentábamos contestar los máximos posibles. Cuando yo iba a apagar el ordenador Key apartó mi mano del ratón y señaló un mensaje que le había llamado la atención.
 
-¡Es de Hye Hoon!- dijo feliz-. Vamos a contestarle, pero por privado.
 
Me quitó el portátil de las manos y comenzó a escribir como loco. Luego me lo pasó para que yo escribiese algo. Al principio no sabía qué poner, pero luego comencé a hablar como si fuera una amiga de toda la vida.
 
Hola Hye Hoon-noona, soy Taemin ^_^ Espero que tu herida ya se haya curado y que ya no te duela el tobillo. Si no es así, entonces recupérate pronto. Estoy seguro de que ya lo habrás leído, pero te lo digo igualmente. Dentro de unas tres semanas lanzaremos el teaser del single de nuestro nuevo álbum y al día siguiente saldrá al mercado el álbum. Espero que lo veas y que te guste mucho ^O^ El MV entero lo lanzaremos una semana después. Un saludo, SHINee!
 
Quería ponerle más cosas, pero no podía enrollarme. Después de su mensaje nos había enviado una foto. Era la que nos hicimos todos en el hospital. Salía realmente bonita, aunque tenía los ojos un poco rojos de llorar. Jonghyun y Onew salían muy graciosos. Minho sereno y sonriente, como siempre. Key adorable y a mí se me notaba algo nervioso. Era una foto divertida. La descargué y me la guardé en mi carpeta personal.
 
Después de cenar fui yo el que se puso a jugar. Me lancé al sofá y apoyé la cabeza en las piernas de Minho que estaba a mi lado leyendo. De vez en cuando me miraba jugar y se reía de mí porque decía que era penoso. Yo le reté a que le ganaba seguro y me tendría que invitar a comer pollo frito. Él accedió muy seguro de que iba a ganar, pero no lo consiguió. Al principio era él el que más mercenarios había eliminado, pero en el 3/5 comencé a ganar yo y le hice prometer que me invitaría a dos raciones. Jonghyun entró en la habitación después de ducharse y dijo que el baño estaba libre. Me di una ducha rápida y me acosté después de secarme el pelo. Jonghyun, que dormía en la misma habitación que yo, entró cuando estaba a punto de apagar la luz y calló rendido en la cama.
 
-Estoy hecho polvo. Si hubiera podido me habría acostado hace dos horas.
 
-Podrías haberte duchado antes de cenar, en vez de dibujar tanto y así haberte acostado antes- le miré riéndome y él se tapó la cara con el brazo, derrotado.
 
-Pero me apetecía dibujar- suspiró-. Bueno, vamos a dormir, que mañana tenemos muchas cosas que hacer.
 
Apagué finalmente la luz y me tapé con la sábana. Por primera vez en semanas conseguía dormirme rápido y sin sueños extraños.


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[Por favor no copiar o modificar el texto sin mi permiso  © Aruba García]

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