Capitulo 15: Romantic
Taemin
apartó a la chica de él enseguida y se apartó de ella confundido, pero con una
sonrisa en la cara.
-¿Qué
haces aquí, Rin Hae?
Rin Hae… Creo que no nos vamos a
llevar muy bien…
-Estaba
cerca y he querido pasar a saludar y a felicitaros el año nuevo- paseó la
mirada por la habitación y se quedó mirando a Kai con repugnancia- ¿Y tú?- dijo
arrastrando las palabras- ¿Qué haces tú aquí?
-¿Qué
te importa, saco de huesos?
-¡Callaos
los dos!- saltó Key- Kai está aquí por invitación nuestra y tú deberías estar
con tu familia o en la agencia, así que vete- le dio la vuelta e intentó
empujarla hacia la entrada- ¡Ppalli! (rápido)
-Espera,
oppa- intentó resistirse y yo que no me viera porque se quedaría seguro- Un
momento… ¿Quién es esa?
-No
te importa. ¡Naga! (lárgate)
La
sacó fuera y cerró la puerta. Todos menos Taemin suspiraron. Kai comenzó a maldecirla
y a quejarse de ella. Nadie le dijo nada… Excepto Taemin que le pidió que
parase, que ella no era tan mala persona.
-¿Qué?
Nos roba la ropa, cuando nos duchamos nos quita las toallas, entra en nuestras
habitaciones cuando quiere, interrumpe las prácticas de los demás, nos hace
fotos cuando le da la gana y a mí me molesta constantemente. Es un incordio.
-Bueno,
a mí me cae bien.
Todos
se giraron hacia él y suspiraron. Para relajar el ambiente Jonghyun y yo
propusimos jugar a algo todos juntos o ver una película. Nos decidimos por lo
segundo así que me levanté y preparé unas palomitas con Kai, que era muy
simpático. Aproveché que los chicos y mi hermana estaban frente al televisor
preparando el DVD para preguntarle por esa chica.
-¿Quién
es?
-Es
una chica nueva que encontró la compañía por la calle. La vieron bailar con un
chico en una plaza y decidieron instruirla. Lleva pocos meses con nosotros,
pero es insoportable. No la soportan ni sus propias compañeras de grupo.
Asentí
y volvimos con los boles de palomitas junto con los demás. En el sillón se
sentó Onew. En el sofá, Key, Minho y mi hermana. Y en la alfombra nos pusimos
Kai, Taemin y yo. En ese momento yo me sentía bastante molesta, pero no
entendía por qué, si Taemin no había hecho nada. La que se había lanzado a su
cuello como una desesperada había sido ella.
Me
desperté cerca del mediodía y no había nadie en casa, ni siquiera mi hermana.
Me pregunté dónde podría haber ido ella si los chicos estaban en la compañía.
Como era casi la hora de comer solo me tomé un vaso e zumo y me senté a ver la
televisión. Un rato después sonó el
timbre. Pensé que eran los chicos así que sonreí y abrí la puerta, pero no era
un chico, si no una muchacha, ella… La
miré desconcertada y un tanto cabreada.
-¿Qué
quieres?- le pregunté secamente.
-¿Quién
eres tú y dónde está Taemin oppa?- preguntó agresiva.
-No
te importa en absoluto quien soy y no sé dónde está Taemin ahora. Buenas
tardes.
Le
cerré la puerta en la cara y volví a sentarme en el sofá. La oí gritar un par
de minutos que era una grosera y que no tenía derecho a estar en esta casa,
pero hice caso omiso a todo. Cuando llegaron los chicos no les conté nada. No
quería molestarles con mis pequeñas trifulcas.
Después
de comer le dije a Taemin que me apetecía salir a dar mi última vuelta antes de
volver a España. Así que cogimos dinero, nos abrigamos bien y fuimos a buscar
un taxi.
-Voy
a llevarte a unos jardines enormes que hay al oeste de Seúl. Es un lugar
precioso y teniendo en cuenta lo mucho que te gusta la naturaleza, seguro que
disfrutarás mucho allí.
Asentí
contenta e impaciente por ver aquel sitio. Cuando llegamos me condujo hacia una
enorme carpa blanca.
-En
invierno lo cubren para que los visitantes puedan venir a verlo aunque nieve-
me explicó.
Me
guió hasta la entrada y al mirar a mi alrededor me quedé sin palabras. Aquello
era un abanico de colores y aromas del que te encantaría no desprenderte. En la
entrada había una fotografía del jardín visto desde arriba y con explicaciones
de lo que había en cada sitio. En el centro había un laberinto precioso y a
partir de él se extendían diferentes tipos de flores, matorrales, árboles y
césped. Me guió por cada rincón de aquel maravilloso lugar. Nos parábamos cada
dos por tres para hacernos alguna foto baja un sauce, entre las flores o cerca
de alguna fuente. Anduvimos por allí alrededor de dos horas y cuando ya
habíamos sacado suficientes fotos y visto todo decidimos ir a tomarnos un
chocolate caliente a algún pequeño bar. Cuando llegamos al primero que vimos
estaba abarrotado. Vi que Taemin estaba un poco nervioso por si le reconocían
así que decidí entrar yo sola y pedirlos para llevar. Cuando salí estaba
sentado en un pequeño muro que rodeaba un pequeño abeto decorado. Extendí la
mano para darle su chocolate y me senté a su lado.
-¿Quieres
que vayamos a un sitio donde no haya tanta gente?- le pregunté al ver que se
tapaba cada vez más.
-No
quiero molestarte. Aquí estamos bien- noté cómo sonreía debajo de la bufanda.
-Y
yo no quiero molestarte a ti, así que llévame a un sitio donde haya menos gente
y pueda verte la cara- sonreí y le tiré del brazo para que se levantase.
~*~
Hye
Hoon me arrastró hasta el barrio más desértico que había encontrado. Estuvimos
caminando, o más bien corriendo, durante media hora hasta que ella encontró el
lugar perfecto para quitarme la capucha, bajar levemente mi bufanda y posar sus
suaves labios sobre los míos provocando un inmenso calambre que recorrió todo
mi cuerpo como la primera vez. Repetimos el movimiento varias veces hasta que
una señora se nos quedó mirando. Yo bajé la cabeza para que no me reconociese y
Hye Hoon soltó una pequeña risita nerviosa. Miré a la anciana de reojo y esta
sonrió.
-Sois
jóvenes. Disfrutad del amor que sentís el uno por el otro- y se marchó.
Hye
Hoon me cogió de la mano y más contenta que antes por las palabras de la
anciana me arrastró de nuevo hasta uno de los bancos que había en aquella
pequeña plaza por donde pasaba muy poca gente, casi todos ancianos. Se sentó a
mi lado y apoyó la cabeza en mi hombro. Sonreí y cerré los ojos, relajándome,
olvidándome por un momento de quién era y disfrutando de su compañía. Corría un
poco de brisa helada así que me subí la bufanda hasta la nariz e hice lo mismo
con la suya. Sonrió y me dio un beso en los labios entre las bufandas. Estaba
empezando a nevar otra vez así que nos levantamos para irnos a casa.
Ya
eran mediados de febrero y Hye Hoon estaba terminando sus exámenes. La llamaré esta noche cuando salga de clase,
pensé. Me levanté de la cama y bajé a la cocina para beberme un vaso de zumo.
Hoy apenas teníamos actividades así que me tiré en el sofá y me relajé. Al rato
llegaron Key y Jonghyun del programa de radio. Me vieron tumbado en el sofá y
pensaron que estaba dormido así que no hicieron nada de ruido. Las pisadas de
Key se acercaban sigilosas hacia mí. Cuando creía que estaba suficientemente
cerca hablé.
-No
creas que vas a asustarme así.
-¡Maldita
sea, Taemin! ¡Me has asustado!- dijo quitándome el cojín y pegándome con él.
-Ibas
a asustarme a mí y te has asustado tú.
Jonghyun
y yo no pudimos evitar estallar en carcajadas. Cuando Onew bajó de la
habitación y se encontré la escena empezó a reírse pero no tenía ni idea de qué
nos pasaba. Jonghyun acabó tirado en el suelo mientras Key seguía despotricando
y riñéndonos. Al escuchar todo ese jaleo bajó Minho también. Pidió
explicaciones, pero Onew se encogió de hombros.
-¡Lo
que pasa es que se están riendo de mí porque soy un cobarde!
Y
las risas continuaron. Minho intentó poner un poco de orden y hacernos parar,
porque se sentía mal por Key. Me senté derecho para que se pudieran sentar el
resto y ver la TV conmigo. Empecé a hacer zapping hasta que vi mi una foto mía
con una chica. Todos nos quedamos paralizados.
-Esa…
No es Hye Hoon, ¿verdad?-dijo Jonghyun.
Negamos
con la cabeza todavía en shock. Yo
siempre he sido muy cuidadoso y, además, nunca he ido con otra chica que no
fuese Hye Ho… En ese momento caí en la cuenta. Rin Hae… Es del día que la acompañé a su casa una noche que salimos
tarde del estudio. Los chicos me miraron preocupados porque sabían que yo
no estaba con ella, pero esto lo va a malinterpretar todo el mundo… Espero que Hye Hoon no se moleste cuando lo
vea.
-Según
fuentes vieron salir a la nueva debutante de SM Entertainment, Rin Hae, junto
al maknae de SHINee, Lee Tae Min, el 17 de febrero cuando terminaron las
prácticas de baile. Taemin la acompañó a su casa y ella le abrazó antes de
entrar…
Me
levanté del sofá y subí a mi habitación con las miradas sorprendidas de mis
compañeros clavadas en mi espalda.
-¡Taeminah!
No
les hice caso y cerré de un portazo. Me apoyé en la puerta y me dejé caer. ¿Por qué esto ahora? Saqué el móvil y
comencé a marcar el número de Hye Hoon, pero lo borré y volví a guardar el
móvil. Era mejor esperar, porque estará en clase. Me levanté y me lancé boca
abajo sobre la cama.
~*~
No
podía creer lo que mis ojos estaban viendo. Estaban cogidos de la mano en
algunas fotos y en otras se abrazan… Apagué el ordenador y me dejé caer en el
sofá. Mis ojos empezaban a llenarse de lágrimas cuando mi móvil empezaba a
sonar. Me incorporé y miré quién era.
Taemin…
Lo
puse en silenció y lo lancé a la mesa. Sin poderlo evitar las lágrimas rodaron
por mis mejillas mientras intentaba ahogar mis sollozos para que nadie me escuchase.
-Oye,
me voy a comprar. ¿Necesitas algo?- preguntó mi hermana sin mirarme.
-No,
gracias- contesté lo más normal posible.
Salió
por la puerta y me dejé llevar por el dolor que sentía. Me enrosqué sobre mí
misma y sollocé hasta que no pude más. Woosung llegó en ese momento. Parecía
que había salido con unos amigos, porque olía a cerveza. Le miré de reojo y
encendí la televisión todavía con lágrimas en la cara. Intenté que no me viera
pero se puso frente a mí muy serio.
Desde
que volví de Corea no habíamos cruzado ni una palabra. Nos evitábamos
constantemente, pero esta vez me obligó a levantarme y me abrazó. Me quedé
paralizada.
-Llora
todo lo que quieras- susurró- Sé lo que has visto- escondí el rostro en su
hombro- Me prometió que no te haría daño, pero ha roto su promesa… ¡Maldita
sea!
Rompí
a llorar de nuevo y le abracé con todas mis fuerzas.
~*~
Llamé
a Hye Hoon tantas veces como pude. Eran casi las cinco de la mañana y yo seguía
despierto. Llamándola constantemente, sin obtener respuesta…
¿Qué voy a
hacer…?
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