Capitulo 16: One
-¿Entonces te apuntas?
-¿Qué?- pregunté distraída.
Últimamente necesitaba que me repitieran las
cosas varias veces. Pareces un zombie,
me decían mis compañeras de clase. Apenas salía de casa y si lo hacía era para
ir al supermercado. Los primeros días, Taemin solía llamarme al menos veinte
veces al día. Luego apenas cinco. Y ahora, después de casi dos meses, no
recibía señales de vida.
-Deberías contestarle- sugería Woosung, que
volvía a tratarme como antes- Deberías permitirle que se explique aunque a mí
no me haga la menor gracia.
Nunca, ni una sola vez le hice caso. Tal vez
debería haberlo hecho, pero ahora eso ya no tenía sentido. Jamás me respondería
si intentase ponerme en contacto con él. Había veces que llegaba a la facultad
sin apenas dormir, porque me comía la cabeza pensando si mi decisión de no
contestarle a las llamadas ni leer sus correos había sido la correcta. Para
intentar no pensar en esas cosas, al menos durante la mayor parte del tiempo,
me dediqué en cuerpo y alma a los estudios. Me esforzaba más de lo que lo había
hecho en toda mi vida, y daba sus frutos. Incluso me apunté a una academia de
danza, para rellenar del todo mi horario. Cuando no tenía nada que hacer
secuestraba a Woosung y le obligaba a dar paseos o a ir a algún pub con
nuestros amigos.
-¿Me estás escuchando?- sus voceríos me
hicieron volver a la realidad.
Silvia se giró al escuchar a Alicia y se unió
a nuestra conversación, si es que se
le podía llamar así.
-¿Otra vez pensando en las musarañas,
coreanita?- me dijo revolviéndome el pelo.
-Lo siento. Estos días he estado muy agobiada
con los exámenes- miento- ¿Me puedes repetir la pregunta?
-Decía- enfatizó- que si Woosung y tú queréis
venir con nosotros esta noche a la fiesta de Alec- La celebra en la casa de la
playa del cabo, la de sus abuelos. Dormiremos allí, así que coged ropa.
Asentí y fui a decírselo a Woosung que estaba
en primera fila con algunos chicos. La idea le pareció bien, ya que habíamos
acabado los exámenes y tocaba relajarse un poco. Estábamos a mediados de marzo
y ya se empezaba a notar el buen clima. Todavía no hacía el calor sofocante del
verano, pero ya podías salir a la calle con camisetas de manga corta. Al llegar
al piso nos arreglamos las cosas rápido, porque Silvia nos dijo que nos
recogerían ella y Alec en su furgoneta. Alec era el novio de Silvia, por eso
nos conocimos y resultó que nos llevábamos de perlas. Poco después de comer
Silvia nos llamó y bajamos con nuestras cosas.
La
casa era de lo más acogedora. Este chico tenía que estar forrado,
pensé. La casa tenía un gran porche que daba al mar, con una mesita para dejar
los refrescos y dos tumbonas mullidas donde relajarte y desconectar. Al lado…
¡Había un jacuzzi! El salón y la cocina eran igual de grandes, divididos a
partes iguales, exceptuando los siete metros cuadrados de baño. Alec nos
acompañó al piso de arriba y nos enseñó las habitaciones. Woosung y yo
dormíamos en la misma habitación, aunque un pequeño gran detalle llamó mi
atención: la cama era de matrimonio.
~*~
La cabeza me daba vueltas. Sentía una ligera
sensación de agonía, pero era soportable. Abrí los ojos porque si los cerraba
era peor. Vi una silueta que se acercaba a mí con una botella. Me levantó del
suelo. ¿Cuándo me he caído? Me sentó
en el sofá y me obligó a beber un poco de agua.
-Has estado bebiendo…- Jonghyun dejó la
botella sobre la mesa y me obligó a mirarle.
-No… No he bebido mucho…
-¡No me mientas, Taemin! Odio que lo hagas…
Se levantó y comenzó a recoger el desastre que
había armado. Me intenté levantar para ayudarle pero el simple impulso para
ponerme en pie hizo que se me revolviese el estómago, así que me quedé donde
estaba. Cuando terminó volvió a sentarse a mi lado y me obligó a beber más agua
y a comer un poco de chocolate.
-Desde que Hye Hoon y tú os peleasteis has
estado bebiendo mucho y eres demasiado joven para ir emborrachándote cada dos
por tres. Un día llegaste un poco tocado a una práctica. ¿Cómo crees que se puso
el CEO cuando te vio? Y las culpas, obviamente, fueron para Onew, por ser el
líder- volvió a dejar la botella- Intentamos animarte y cuidarte, pero si no
nos dejas ver lo que sientes no podemos hacer nada…
Las lágrimas se me amontonaban y notaba un
nudo realmente molesto en la garganta. Los ojos me escocían y no me salían las
palabras.
-Suéltalo todo, Taemin. Te ayudará- me puso
una mano en el hombro- Te escucho llorar muchas veces en el baño cuando vas a
cambiarte antes de dormir.
Y
la barrera se resquebrajó. Las lágrimas comenzaron a brotar sin control. Me
apoyé en el hombro de Jonghyun y me abrazó. Escuché pasos y voces preocupadas,
pero no les hice caso. Me avergonzaba comportarme así delante de ellos, pero no
aguantaba más esta angustia. El hecho de soltarlo hacía que me sintiese mejor.
Sentí la voz de Key detrás de mí y varios brazos me reconfortaron. Al rato creo
que me dormí porque no recuerdo qué pasó.
~*~
La
fiesta comenzó siendo de lo más puritana, pero al llegar el alcohol la gente se
desmadró. Alec y Silvia se besuqueaban en cada esquina de la casa. Alicia
parecía haber encontrado a un chico mono, sobrio, que solo quería hablar y
pasarlo bien. Yo en cambio había pillado la borrachera del siglo. Woosung
estaba igual. Jugamos a “Quien haya hecho… que beba” y comenzamos a decir
frases al azar hasta que acabamos más borrachos que un barril de cerveza. Era
consciente de que la gente me hablaba, pero no era consciente ni de lo que me
decían ni de lo que decía yo. Alguien me cargó en sus brazos y me subió a la
habitación. Comencé a reírme como una tonta y me quité la ropa para meterme en
la cama. Un calambre me recorrió el cuerpo entero, mi frente, mis mejillas, mis
labios mis pechos. Me agarraba donde podía. La excitación y el alcohol hacían
que no pensase con claridad. Le arranqué la camiseta sin pensarlo dos veces.
Sentía sus labios por todo mi cuerpo. Sus caricias me ponían la piel de
gallina. Perdí la noción del tiempo. Masajeó mis pechos y me di cuenta de que
estaba completamente desnuda y… Todo se tornó blanco.
~*~
Me levanté con los ojos hinchados y la noona
coordinadora se enfadó un poco, pero el maquillaje hacía milagros y para la
sesión de fotos del nuevo álbum había quedado perfecto según ella.
-Haces milagros con esas manitas tuyas, noona-
le dije.
Me dio un empujón y me dijo que me preparase,
que ya estaban todos listos. Me relajé y me concentré todo lo que pude. El
trabajo no debía mezclarlo con mi vida privada. No ahora.
Estuvimos toda la mañana metidos en aquella
habitación y por la tarde salimos a la calle para terminar la sesión de hoy. A
media tarde, casi anocheciendo, fuimos al estudio a practicar las coreografías.
Allí nos encontramos a Rin Hae y sus compañeras, a la cual ni miraron los
chicos, excepto Key que si hubiese podido la habría fulminado con la mirada.
Todos se fueron preparando, dejando tiempo a las chicas para recoger sus cosas
y marcharse. Rin Hae pasó por mi lado y me dio un beso en la mejilla. Luego
desapareció con sus compañeras.
-…tuvo que hacerlo a propósito- estaba
diciendo Jonghyun cuando me acercaba.
-Eso no podemos saberlo. Deberíamos
preguntarle a ella- contestó Minho.
-¿De qué habláis?- pregunté curioso.
-Ah, de Amber- dijo Key- Resulta que cuando he
entrado al vestuario de los hombres estaba ella y me había dicho que se había
confundido. Como si no supiera a estas alturas cuál es cuál…
Les notaba algo nerviosos, pero no sabía por
qué. No le di importancia y nos pusimos a practicar hasta que no pudimos más.
Después de darnos una buena ducha y cambiarnos nos preparamos para irnos a casa.
En la puerta de la compañía nos estaba esperando Seohee, una de las compañeras
de grupo de Rin Hae. Nos hizo una señal para que la siguiéramos hasta la
esquina donde nadie nos viese ni nos escuchase.
-¿Qué es lo que quieres contarnos?- pregunté.
Vaciló un momento, se aclaró la voz y comenzó
a hablar.
-Yo no debería decirte esto, pero no me parece
nada bien su conducta. Mi odio hacia ella es cosa aparte. No influye en esto.
-¿A dónde intentas llegar?- dijo Onew.
-Rin Hae pagó a un fotógrafo para que sacase
esas fotografías y las publicase.
Me quedé en shock. Yo la había consolado y la
había intentado hacer sentir mejor, porque ella creía que su carrera estaría
siempre basada en este escándalo. Y ahora me entero de esto. Me daban ganas de
gritar, romper el cristal, ir a casa de Rin Hae y preguntarle tantas cosas…
Pero ni siquiera mostré lo que sentía. Me di la vuelta y fui hacia la
furgoneta. Cuando subieron ellos me hicieron un montón de preguntas. ¿Cómo estás? ¿Qué piensas al respecto?
¿Hablarás con ella? ¿Y Hye Hoon?... No respondí a ninguna, pero sí quería
llamar a Hye Hoon. Aunque antes aclararía toda esta mierda.
~*~
Cuando me desperté tuve suerte de que no me
doliera la cabeza pero la boca me sabía a alcohol todavía. Intenté incorporarme
un poco y vi que estaba completamente desnuda. Miré el reloj. Las 12 del mediodía… Y parece que todo el
mundo está durmiendo. Hacía un día soleado y precioso para pasear por la
playa. Miré a mi alrededor en busca de mi ropa y me encontré a Woosung
durmiendo a mi lado… Desnudo, igual que yo. ¿Qué
ha pasado aquí? Me tapé con la sábana y le tapé a él. Estaba confusa. No
recordaba nada a partir del juego de los chupitos. Todo era una enorme laguna
de vodka, whisky y tequila barato. El corazón me batía tan rápido que creía que
se me saldría por la boca en cualquier momento. Vi mi camiseta en la silla que
había al lado del escritorio. Me levanté sin moverme demasiado porque todavía
me sentía mareada, y me la puse. Como no encontraba los míos, me puse los
pantalones de Woosung que estaban en el suelo al lado de la puerta y me acerqué
a él para despertarle. Necesitaba una explicación de todo aquello. Le daba
golpecitos en el brazo y le movía con cuidado por si estaba como yo.
-¿Woosung? Despierta. Necesito hablar contigo.
Dijo algo extraño y se giró dejando su trasero
al descubierto. Cogí la sábana y le tapé de nuevo. Le metí el dedo en la oreja y
se sobresaltó. Se levantó tan rápido que se puso pálido.
-¿Estás bien?- le pregunté obligándole a
acostarse otra vez.
-No mucho, pero bueno… ¿Por qué llevas mis
pantalones?
-¿Por qué estábamos durmiendo desnudos?
Mi pregunta le dejó sin palabras. Se pasó la
mano por el pelo y cerró los ojos. Yo estaba demasiado nerviosa. No me
contestaba y los segundos parecían milenios.
-Por favor… Contéstame- le supliqué.
Se incorporó cogiendo su camiseta, que la
había encontrado bajo la almohada, y se la puso. Me miró a los ojos demasiado
serio.
-¿Tú qué crees que pasó?
Eso era lo peor que me podía decir. Me dejé
caer en el suelo y apoyé la cabeza en el colchón. Me sentía fatal y me juré a
mí misma no volver a probar en alcohol a no ser que fuese la típica copa de
cava de navidad. Woosung me acarició el pelo y me dio un beso en la coronilla.
-Tranquila. No pasó eso. A mí se me estaba
pasando la borrachera y acabé recuperando los tornillos que había perdido
durante la noche. Aunque tú no parecías estar muy en tus cabales, pero te
dormiste en cuanto paré.
-¿Y por qué estábamos desnudos?
-¿Crees que con la mierda que habíamos pillado
podíamos vestirnos? Simplemente pude taparte con la sábana un poco y me quedé
dormido.
-Me alegra escuchar eso. Gracias por no
aprovecharte de la situación- me levanté para buscar el resto de mi ropa.
-Sabes que no soy así. Jamás me aprovecharía
de ti de esa manera.
~*~
Seohee me dijo la agenda que llevaban para el día
siguiente así que llamé a Rin Hae y le dije que viniese a la casa cuando
acabase. Me contestó que sí feliz, por supuesto. Me preparé un discurso mental,
pero seguro que no lo seguiría. No había estado tan enfadado con alguien en
toda mi vida. Jonghyun me preguntó qué estaba planeando y me sugirió que no
perdiese los estribos.
-Esa niña es una víbora. Se le nota en la
cara- dijo Key- Desde que entró en la compañía he sabido que acabaría haciendo
algo malo. Solo había que ver su comportamiento.
Le fulminé con la mirada y se calló al
instante. Me hervía la sangre y necesitaba calmarme si no quería soltarle un
buen puñetazo en cuanto cruzase la puerta. Minho que era el que más mantenía la
calma en ese momento me dijo que le enviase otro correo a Hye Hoon explicándole
todo el malentendido.
-Llamando su atención desde el primer momento
seguro que lo lee. Hazme caso. No puede evadir tus mensajes toda la vida.
-Ya, pero hasta ahora no ha contestado a
ninguno. ¿Por qué este iba a ser diferente?
-Porque ahora sabes absolutamente todo y lo
podemos demostrar. Grabaré la confesión de Rin Hae y lo usaremos en su contra,
para que puedas volver a tu vida.
En ese momento el timbre sonó y Onew se
dispuso a abrir. Cuando Rin Hae entró me buscó con la mirada y cuando me
encontró saltó sobre mí y me abrazó.
Me repugnas…
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