Capitulo
6: Keeping Love Again
Me desperté sobresaltada, tapándome la boca
para no gritar. Parecía que no había despertado a nadie las lágrimas comenzaron
a brotar. Escondí la cara entre las rodillas para no hacer ruido e intenté
dejar la mente en blanco y tranquilizarme. En ese momento se abrió la puerta
corredera y entró Woosung. Se sentó a mi lado y sin decir nada me abrazó. Me
costó reaccionar pero enseguida le devolví el abrazo y enterré el rostro en su
pecho. Ninguno de los dos quiso romper el silencio hasta que me calmé.
-¿Quieres venir a mi habitación?- me preguntó
apartando el pelo de mi cara. Al principio me negué y le
dije que no era una niña pequeña, pero él no me dejó quedarme en mi habitación y literalmente me arrastro hasta la suya.- Ponte en la cama. Yo dormiré en el futon.
dije que no era una niña pequeña, pero él no me dejó quedarme en mi habitación y literalmente me arrastro hasta la suya.- Ponte en la cama. Yo dormiré en el futon.
-Puedes dormir en la cama también. A mí no me
importa.
-¿Estás segura?- me miró lascivamente
mordiéndose el labio inferior y yo le tiré la almohada.- Bueno, bromas aparte.
En serio que no me importa dormir aquí.
-Bueno… Como quieras pero devuélveme el cojín.
Me lo lanzó y apagó la luz. Estuve un buen
rato con los ojos abiertos observando la oscuridad hasta que al final decidí
hablar.
-Gracias… Por el abrazo y por reconfortarme…-
no me contestó. Se habrá dormido ya…
-No importa. No me gusta verte así. Sabes que
me importas mucho.
Sentí cómo enrojecía y me abracé a la sábana
con fuerza. Sonreí y cerré los ojos para intentar dormir.
Por la mañana me levanté como nueva. Me sentía
feliz y optimista y eso me gustaba. Los días siguientes intentábamos ir al centro
para ver la ciudad y los alrededores, y cuando no podíamos nos dábamos un paseo
con Narae por el barrio de sus abuelos. Como no teníamos internet íbamos a un
cibercafé que había cerca de allí y hablábamos con mis padres y mi hermana.
Después de una semana y media de recorrer Seúl en moto, Taemin me envió un
mensaje invitándonos a la casa que tenían dos días libres. Se lo dije a Woosung
y al día siguiente fuimos a la dirección que me dio. Estaba algo nerviosa, pero
después de la confianza con la que estuvimos hablando en el karaoke ya no
temblaba al hablar con él. Se estaba convirtiendo en un buen amigo. No sólo él,
sino todos. Aunque con el que menos me costaba hablar era con Key, que desde el
primer momento de conocernos me trató con confianza.
Aparcamos la moto al principio de la gran
calle. Estaba repleta de casas con muros altos. Parecía que era la calle de las
celebridades. Cuando llegamos a la puerta toqué el timbre con algo de recelo y
al poco rato la puerta se abrió. Yo me sobresalté un poco porque no sabía que
era automática. Entramos cautelosos mirándolo todo a nuestro alrededor. Tenían
una casa de dos pisos con un pequeño porche entre la casa y la entrada. Nos
acercamos a la puerta que ya se estaba abriendo y apareció Minho para darnos la
bienvenida.
-¿Os ha costado llegar?- nos preguntó mientras
nos saludaba.
-No había venido nunca por aquí, pero conocía
la zona.
Nos estrechó la mano y nos invitó a pasar.
Dejamos las zapatillas en el pequeño estante que tenían en la entrada y nos
acompañó hasta el salón. Allí estaban todos, cada uno en sus asuntos, pero yo
no me fijé en ellos. Buscaba a Taemin con la mirada. Lo encontré tumbado en el
sofá viendo la televisión. Se le notaba algo cansado y parecía que no había
dormido mucho. Cuando arecía que se giraba a saludar Key me sacó de mi
ensoñación.
-¡Bienvenidos!- me dio un abrazo y me acompañó
hasta el sofá y me dijo que me sentara. Taemin se incorporó para que pudiéramos
ponernos Key y yo.- Me gusta tu camiseta.
-Muchas gracias. Es mi favorita.
Le hice un gesto a Woosung para que se
acercara a sentarse con nosotros. Se sentó en la alfombra frente a mí y le
siguieron Jonghyun y Onew. Minho prefirió el sillón. Estuvimos un rato hablando
de cosas banales. Me preguntaron por mi hermana y mi familia, hablaron más con
Woosung para que dejase de estar tan rígido. Pero les hice callar cuando me
fijé en que tenían una Play Station 3 y un Resident Evil 4. Les supliqué, casi
que les obligué, que jugásemos un poco, porque llevaba meses sin hacerlo y era
mi juego favorito.
~*~
Estuvimos más o menos una hora jugando y, odio
admitirlo, pero nos ganó a todos. Era una experta en mercenarios. Luego Key omma fue a sacar los aperitivos y los
ingredientes para empezar a preparar la comida con ayuda de Onew. En ese
momento Jonghyun y yo nos dimos cuenta de que llevábamos puesto todavía el
pijama. Entre risas, empujones y burlas nos fuimos a la habitación a
cambiarnos. Cogí lo más cómodo y fresco que encontré porque era un día muy
caluroso.
-Oye…- me llamó Jonghyun- ¿Te gusta Hye Hoon
verdad?
Su pregunta me dejó paralizado. No había
pensado mucho en ello, pero era cierto que le tenía mucho aprecio, pero no como
amiga.
-Cada vez que te miro tú la estás mirando a
ella, cada cosa que dice te parece bien y no le quitas los ojos de encima.
Siempre tienes esa sonrisa estúpida en la cara cuando habláis.- Me dio una
palmada en el hombro- Conozco la sensación. Pero no te obsesiones porque sabes
que al final del verano ella se va.
Salió de la habitación antes que yo dejándome
apoyado en la pared pensando qué hacer. Sí que me gustaba, pero si salía con
ella seguro que le perjudicaba y no podría vivir una vida normal. Después de
todo yo sigo siendo famoso con todas sus consecuencias. Sacudí la cabeza
intentando dejar de pensar en el asunto y volví con los demás. Y sí, lo primero
que hice fue buscarla con la mirada, ansioso por volverá ver su sonrisa, sus
brillantes ojos, esos carnosos labios que tanto deseaba rozar.
-¡Horror!- todos nos giramos por el grito que
había dado Key desde la nevera.- ¡No me acordé de comprar los fideos! Taemin,
¿puedes ir por favor?
Iba a coger el dinero, pero ni siquiera me
dejó moverme.
-¡No! Iré yo. No queremos causar problemas.
-No causáis ningún problema- intervine- No me
importa ir. Además está aquí al lado la tienda.- cogí el dinero y me dirigí a
la puerta antes de que rechistara más, pero me agarró del brazo.
-¡Que no! Que voy yo, en serio. ¿Cuánto
necesit…?
-¿Y por qué no vais los dos y ya está?- le
cortó Jonghyun.- Así dejáis de discutir.
Cogió un trozo de melón y se lo echó a la boca
sonriendo. Onew nos empujó a ambos hasta la puerta y sin rechistar salimos los
dos. Ella parecía nerviosa, miraba a todas partes y quería andar por delante de
mí. Por si acaso. Yo la alcancé y
sonreí.
-Da igual que vayamos los dos juntos. Por esta
calle no va a pasar nada. Solo vamos a comprar a esa tiendecita que hay a unos
metros de la casa y volvemos. No tardaremos ni diez minutos.
Ella sonrió y asintió más tranquila. Cuando
volvíamos de la tienda ella se quedó como paralizada. Miraba algo. Me giré y vi
a Ji Young hyung que había salido a pasear a Gaho.
-Annyeonghaseyo, hyung.
-Hola. ¿Has ido a comprar la comida?- me
preguntó mientras observaba a Hye Hoon.- Hola a ti también.- la saludó. Ella
alargó la mano inconscientemente y se la estrechó.- ¿Cómo te llamas? ¿Quién es?
-Me llamo Choi Hye Hoon.
-Es una amiga de España que ha venido a pasar
el verano. Es la primera vez que está en Corea.
-Pues espero que te lo pases genial y que te
guste mucho la ciudad.
Se despidió de nosotros, para volver a su
casa.
-Es muy linda. No la dejes escapar.- me
susurró al oído para que ella no lo escuchase.
Sonreí y sentí cómo me sonrojaba. Le di un
empujoncito para que se moviera porque seguía alucinando. Entonces sonrió y me
cogió del brazo para que la mirara.
-¡Era G-Dragon! Era él. ¿Verdad?
Asentí a punto de estallar en carcajadas pero
me esperé a que pasáramos la puerta de casa. Al entrar empezó a gritarlo por
toda la casa y se lo contó a Woosung que también parecía alucinar. Yo no pude
evitarlo y me tiré al suelo agarrándome el estómago que ya me dolía de la risa.
Después de comer salimos al jardín de atrás a
jugar a pin-pon. Nos dividimos en dos equipos de tres y cuatro personas y nos
íbamos turnando para hacer de jueces. Nos lo estábamos pasando genial. Cuando
acabamos decidimos darnos un baño con la manguera. Al principio nuestros
invitados se negaron porque sólo tenían esa ropa, pero nosotros les dejamos
algo que no usáramos mucho para poder seguir divirtiéndonos. Estaba muy fresca
el agua y después de un rato de deporte se agradecía, y más todavía en verano.
Cuando se estaba haciendo de noche empezamos a entrar dentro para secarnos. Hye
Hoon y yo fuimos los últimos en entrar, pero antes de que lo hiciera la sujeté
de la muñeca. Ella se giró sorprendida, pero en vez de zafarse me sonrió.
-¿Qué pasa?- preguntó.
Yo no podía dejar de mirarla. Había sido
difícil no estar todo el tiempo mirándola. Su pelo chorreaba y tenía la ropa
muy ceñida al cuerpo por el agua. Ya no podía soportarlo más. Después de meses
queriendo tenerla así de cerca mi cuerpo reaccionaba solo. Sabía que no nos
podían ver porque estaban todos secándose, así que aproveché el momento. Pasé
mi mano por su suave pelo castaño y sin dejarla pensar posé mis labios sobre
los suyos. Me dejé llevar y por unos minutos no sería Taemin de SHINee solo Lee
Tae Min de Corea. Me acerqué un poco más a ella, que no se había movido ni un
centímetro. Cuando me separé la miré a los ojos. Estaba claro que la había
sorprendido. Parecía que iba a ponerse a llorar. En ese momento los chicos
bajaron del piso de arriba ya cambiados y se sentaron en el sofá. Hye Hoon
salió de su ensoñación y se fue al piso de arriba a cambiarse. Cerré los ojos y
apoyé la frente en la pared. ¿Y ahora qué?
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