Capitulo
17: 1000 years, always by your side
Se sentó en el sillón lanzando el
libro de Minho al suelo y me miró.
-¿Y bien? ¿Para qué querías que
viniera?
-Tenemos que hablar.
-Estás colada por Taemin y nos
odias a los demás. ¡Admítelo!- espetó Key de repente.
Todos, incluida Rin Hae le miramos
sorprendidos. Jonghyun se levantó y le acompañó al piso de arriba para que se
calmase, sin embargo él seguía gritando lo mismo.
-¡Desde que llegaste nos has hecho
la vida imposible a todos! ¡Hasta el Director te odia, niña estú…!
Jonghyun le tapó la boca y oímos la
puerta de su habitación cerrarse. Al rato volvió a bajar dejando a Key con los
auriculares puestos. Se unió de nuevo a nosotros y continuamos con la
conversación.
-¿Pero qué le ha dado a la mariposa
esa? ¿Le has dado calabazas, Jonghyun?
-Para empezar, se llama Kibum, y ha
dicho lo que todos pensamos- dijo Minho tranquilo pero con odio en sus palabras
que la dejaron helada.
Me quedé mirándola fijamente
neutro. No quería dejarme llevar por la ira (esto lo aprendí de Minho). Ella
retorcía y masajeaba sus manos, nerviosa, sin apenas mirarme directamente a los
ojos. Nosotros continuamos impasibles hasta que ella explotó.
-¡¿Qué mierda es esto?!- dijo
mientras se levantaba del sillón.
-Haz el favor de sentarte y no
gritar. Compórtate, si es que sabes lo que significa esa palabra- atacó Onew
esta vez.
Volvió a sentarse intentando
mantener la compostura sin apartar la mirada de odio de Onew. Le di un sorbo al
vaso de agua que había cogido cuando Key había explotado. Rin Hae me miró y
sonrió. Me tomó de la mano y comenzó a hablar.
-Tú no te crees nada de esto,
¿verdad? Me conoces y sabes que soy una buena persona.
Me zafé de sus zarpas y esta vez la
miré con odio sin poder remediarlo.
-Sabemos que tú pagaste a ese
periodista para que sacase las fotos y todo el mundo creyese que estábamos
juntos. No soy idiota, Rin Hae.
Eso sí que la dejó helada. Como un
puñetazo en el estómago. Sin saber qué decir empezó a llorar falsamente para
hacer que cambiase de opinión.
-¡Jamás te haría eso! ¿Cómo puedes
desconfiar de mí?
-¡Deja de fingir!- grité al unísono
con Key, que parecía haber estado escuchando.
Esta vez nadie se lo llevó al piso
de arriba. Rin Hae dejó de llorar, se limpió las lágrimas con un pañuelo y nos
devolvió la mirada retadora.
-¿Tienes algún problema con que
quiera tener al hombre que amo a mi lado? Tú seguro que harás lo mismo con esa
extranjera estúpida a la que tanto quieres.
-¿Cómo sabes…?
-No eres el único que ha estado
espiando a alguien.
Bebió de mi vaso de agua sin
apartar la mirada de la mía, ahora confusa. Lo dejó en la mesa y se levantó.
-Tranquilo, no tengo fotos. Nunca
os he pillado juntos y solos. Y cuando estáis con el rebaño de cerdos no os
comportáis cariñosamente. Más bien como dos grandes amigos.
Se dirigió hacia la puerta para
marcharse, pero antes me dedicó unas palabras.
-No esperes que renuncie a ti o que
deje de hablarte. Ya te gustaría. Hice las audiciones de baile y canto de la SM
para poder estar cerca de ti, no porque me guste esta estupidez de vida. Y voy
a seguir hasta que me exilien por acosadora. Pero eso no pasará porque no
tenéis la mínima prueba de que todo esto lo hice a propósito.
Sonreí para mis adentros y la insté
a que se largara. Cuando cerré la puerta miré a Minho y ambos sonreímos. El
resto se nos quedó mirando extrañados, sin tener la menor idea de lo que
estábamos hablando.
-¿Lo has pillado?- le pregunté a
Minho todavía con una sonrisa triunfadora en la cara.
-Por supuesto. Desde el principio.
Desde que entró por la puerta- chocamos los cinco y cogimos las llaves del
coche para ir a la agencia a hablar con el Director.
-¿De qué estáis hablando?
-Hemos grabado toda la
conversación, para tener pruebas de que es una falsa, una manipuladora y una
mentirosa.
Salimos por la puerta suspirando
aliviados y yo soñando despierto el momento en que coja un avión y vaya a
recuperar la confianza de Hye Hoon. Puede que sea tarde y que ya haya
encontrado a alguien más, pero eso no lo sabré hasta que no vaya a buscarla. Y
solo hay una persona en quien puedo confiar y con quien no he perdido el
contacto en todos estos meses.
~*~
Al salir del trabajo fui
directamente al piso para arreglarme las cosas y volver al pueblo. Hoy había
sido el último día de clases y comenzaban las vacaciones de verano. Al llegar
mi hermana estaba hablando por teléfono así que no la saludé.
-¿En serio? ¡Eso es genial! ¡Me
alegro de que por fin tengamos un golpe de suerte!
¿Está hablando coreano? La miré estupefacta y se sorprendió
como si hubiese visto a un muerto. Se despidió de Minho y colgó.
-¿Por qué has entrado tan
silenciosamente? ¡Me has asustado!
-Lo siento pero no quería
molestarte mientras hablabas.
Era la primera vez que la escuchaba
hablar con Minho por teléfono desde… Desde que dejé de hablar con Taemin… De repente me siento agotada. Cogí mi
móvil y puse algo de música mientras arreglaba mis cosas. SHINee había sacado
una nueva canción en japonés este mes y yo no paraba de escucharla. Era una
historia preciosa y me hacía recordar y llorar sin parar cuando estaba sola. Me
compré el single en cuando salió y leí los agradecimientos. En todos aparecía
una pequeña hermana especial a la que todos querían y echaban de menos. En el
de Minho también nombraba a mi hermana, en clave, claro. Cuando acabé de hacer
mi maleta ayudé a mi hermana a recoger la comida y a bajarla al coche. También
guardé las cosas de Woosung que me las dejó preparadas la noche anterior. Él
nos estaría esperando a la entrada de la ciudad, donde había estado comiendo
con unos amigos. En el camino de vuelta a casa no hicimos más que cantar y
hablar. A Woosung se le notaba el exceso de cervezas y sangría que había tenido
durante su comida así que era más divertido todavía. Él no solía beber en un
día así y menos por el día. Intentaba controlarse con el alcohol, pero seguro
que lo habían coaccionado.
-Bueno…- dijo arrastrando cada
letra- ¿Qué vamos a hacer estas vacaciones? ¿Nos vamos a ir a Pompeya al final
o no?
-Por supuesto. Estuve mirando
algunas excursiones baratas y mi hermana se ocupó de comprar los billetes.
-Perfecto.
Y se quedó dormido con una sonrisa
tonta en la cara. Suspiré y me concentré en conducir.
Salí de la ducha y al rato ya
estaba sudando otra vez. Odio el verano,
me dije. Me puse las mallas negras, la camiseta blanca de tirantes y unas
converse blancas bastante desgastadas. Encendí mi móvil y vi que tenía un sms
nuevo. Era de Minho. Sonreí y lo leí. Me preguntaba dónde iba a estar mi
hermana este verano, que quería darle una sorpresa. Le contesté que el primer
mes íbamos a estar en el pueblo de mi abuela y que después nos iríamos una
semana a Pompeya los tres.
Después de enviarle el mensaje caí
en la cuenta de que podía decírselo a Taemin. ¿Qué más da? Dudo que le importe lo que haga con mi vida igual que no
me importa la suya. Dejé el móvil en el escritorio y me senté en la cama.
Cogí mi guitarra y mi libreta para continuar componiendo mi nueva canción. Era
bastante triste, pero es que últimamente no se me ocurrían cosas felices que
escribir. Supongo que será por mi estado anímico, como siempre.
~*~
El presidente Kim era un hombre muy
ocupado. Intentamos hablar con él en varias ocasiones sin que Rin Hae se diese
cuenta, pero siempre tenía alguna reunión. Nosotros intentábamos seguir con
nuestras agendas, pero esa niña pesada seguía persiguiéndome. Un día mientras
ensayábamos entró y se lanzó sobre mí, para darme un beso en la mejilla. La
empujé tan fuerte que la lancé a dos metros de mí. Todos se nos quedaron
mirando así que la ayudé a levantarse, pero no dejé que me volviese a tocar
más. Cogí mis cosas y salí de allí con los chicos siguiéndome de cerca.
-¡Taemin!- me paré en seco al
escuchar a Jonghyun llamándome- Tampoco hacía falta ser tan bruto, pero me
habría gustado hacerlo yo mismo, si te soy sincero.
Sonreí con desgana e intenté volver
a hablar con el director después de darme una ducha. Toqué a su puerta por si
estaba ocupado y cuando me dio permiso entré con los demás.
-Buenas noches, señor. Siento
molestarle, pero es muy importante lo que tengo que hablar con usted.
-Tranquilo. Tengo tiempo libre.
Cuéntame.
Nos sentamos donde pudimos y le
explicamos la historia completa. Nos escuchó sin interrumpir hasta el final y
nos dijo su opinión.
-Bueno… Esa chica nunca me dio buena
espina, pero tenía talento. Es por eso que la dejamos entrar en la compañía.
Claro que después de lo que me estáis contando me temo que su tiempo aquí ha
terminado. Hablaré con ella lo antes posible y haré un comunicado oficial.
Gracias por hacérmelo saber, chicos.
-Gracias a usted por escucharnos.
Salí más tranquilo de aquella
habitación. Ahora solo me quedaba convencer a Hye Hoon de la verdad y eso no
sería fácil. Miré el calendario donde nuestro mánager apuntaba todo lo que
teníamos preparado y vi que en un par de días acabábamos las grabaciones y
teníamos una semana de descanso antes de las promociones en corea con el nuevo
álbum y por suerte Hye Hoon todavía no se habría ido a Pompeya. Parece que la suerte por fin está de mi
parte.
Tranquilízate, tranquilízate, tranquilízate… Me lo
repetía una y otra vez mientras íbamos al aeropuerto a coger el avión hacia
España. Yong Soo nos dio la dirección de donde iban a estar la mayoría del
verano. Iba a venir a recogernos pero le dijimos que cogeríamos un taxi.
-Pero será muy caro- nos advirtió.
-Tranquila. Quiero darle una
sorpresa y si estás mucho tiempo fuera de casa empezará a preguntar dónde estás
y qué haces.
Estuve todo el viaje de avión
intentando dormir pero me era imposible. Estaba demasiado nervioso, así que
intenté pensar en lo que le diría y en sus distintas reacciones y fue peor. Me
puse histérico durante un momento y me llevé un buen golpe por parte de Onew en
la nuca. Hubo momentos en que la gente nos miraba y yo intentaba no llamar
demasiado la atención, pero los nervios me traicionaban de vez en cuando. Al
llegar nos las apañamos para coger un taxi que nos llevase hasta el pueblo de
Hye Hoon y fue casi imposible aunque al final conseguimos que un hombre nos llevase por un precio un
tanto elevado, aunque no me importó pagarle. Incluso le di algunos euros de
más. Nos dejó a la entrada del pueblo que no parecía muy grande y allí vimos un
grupo de adolescentes hablando muy animadamente. Nos acercamos para
preguntarles cómo llegar hasta la casa de Hye Hoon.
-¡Oh, there lives our friend, Hye Hoon! - dijo uno.
-Come with us. We’ll show you- dijo
el chico que parecía americano.
Nos acompañaron hasta la casa
mientras una de las chicas no paraba de mirarnos como si nos conociese. El
pueblo como había pensado era bastante pequeño. En menos de dos minutos
llegamos a la casa de Hye Hoon y el corazón parecía que fuera a salírseme del
pecho. Tocaron al timbre y al poco rato la puerta se abrió.
~*~
-Hola, ¿qué ase?- dijo Ethan
mientras entraba a la casa con todos los demás sin que les hubiese dado
permiso.
-Pero qué…
Entraron al comedor y se sentaron
por donde pudieron. Woosung y mi hermana se quedaron igual de sorprendidos que
yo, pero la sorpresa aumentó cuando fui a cerrar la puerta.
-¡Holaaaa!
No podía creer lo que mis ojos
veían.
-Jonghyun…
Las lágrimas se amontonaron en mis
ojos y me lancé a su cuello sonriendo como una tonta. Me aferré a su cuello tan
fuerte que casi lo ahogo. Estuvimos un buen rato así. Me separé un par de veces
para mirarle a la cara y cerciorarme de que no estaba soñando. Vi a mi hermana
pasar como una bala y lanzarse sobre Minho que acababa de entrar por la puerta.
Sin soltarle la mano a Jonghyun abracé a Minho.
-¡Madre mía! No puedo creer que
est…- y otro más- ¡Onew! Cuanto me alegro de veros.
Key comenzó a gritar en cuanto me
vio. Me pareció raro que no fuese el primero en saltar a mi cuello. Entonces le
vi asomándose tímidamente por la vieja cortina de la abuela. Los chicos
entraron al comedor con los demás y nos dejaron solos. Ambos evitábamos el
contacto visual. Estábamos más nerviosos que nunca.
-Hola- susurró.
-Hola…
No sabía si inclinarme, darle dos
besos, la mano, un abrazo… Así que me quedé parada esperando a que hiciese
algo. Ni siquiera se atrevió a poner un pie en la casa sin que se lo dijese yo.
-¿Podemos hablar a solas? Hay cosas
que necesito explicarte que me han pasado últimamente…
No quiero escuchar excusas, es lo que me gustaría haberle
dicho, pero no quería que se fuera. Había venido hasta aquí por mí… ¿De verdad me
quiere?
-De acuerdo, pero será mejor que
vayamos a otro sitio. Este pueblo es un cuenco de chismorreos. Siempre hay
alguien escuchando.
Dejé mi móvil en el mueble de la
entrada para que nadie nos molestase y Taemin hizo lo mismo. Salimos sin que
nos escuchasen y lo llevé hasta el parque que hay al final del río. Sentí la
tentación de saltar sobre él, abrazarle como solía hacerlo, cogerle de la mano,
sentir su tacto.
Lo echaba tanto de menos…
~*~
Me temblaba todo el cuerpo. No
podía descifrar lo que ella estaba pensando. Me llevó hasta un parque bastante
alejado donde nadie podría escucharnos ni vernos por la densa vegetación. Se
sentó sobre el pequeño caballito de madera y por fin me miró directamente a los
ojos. Desvié la mirada y apoyé la espalda en el tobogán.
-Cuando… Quieras. Te escucho- dijo.
Cerré los ojos y respiré
profundamente un par de veces antes de empezar a hablar. Los abrí y la miré.
-¿Por qué no contestabas a mis
mensajes ni a mis llamadas?
Frunció el ceño. Sí que empiezas bien, Taemin… Ya la estás
haciendo enfadar.
-¿Te atreves a preguntarme eso? ¿En
serio?
-Si hubieras respondido no
habríamos llegado a este extremo.
-Eres tú el que lo fastidió
todo…-susurró.
Sus palabras eran como veneno que
me intentaba inyectar. Intenté acercarme a ella, pero levantó el brazo y me
hizo una señal para que parase.
-Todas esas fotos por las que dices
que fastidié todo… Me manipuló, Hye Hoon. Ya sabes que teníamos una buena
relación, aunque ahora desearía no haberla conocido…
-¿Ahora le echas el muerto a otro,
Taemin? ¿No sabes cargar con tus propios errores?
-¡¿Quieres escucharme de una vez?!-
exploté.
Se quedó mirándome entre
sorprendida y enfadada. Me arrodillé en el suelo implorando que me dejase
explicarme. Las lágrimas comenzaban a amontonarse.
-Ella… Le pagó a un periodista para
que hiciese esas fotos y crease el escándalo. Me lo confesó todo, te lo juro.
Incluso grabamos su confesión para mostrársela al director de la empresa. Por
favor…- ya no aguantaban más- Créeme…
Las lágrimas ya surcaban mis
mejillas. El pecho me dolía como nunca antes. Levantó un poco la mano, como si
intentase calmarme, pero volvió a ponerla en su regazo. Me intenté calmar un
poco y volví a mirarla a los ojos, que para mi sorpresa también estaban llenos
de lágrimas.
-Puede enseñártelo todo.
Explicártelo tranquilamente, pero solo si me escuchas y no… te pones histérica
y te vuelves a enfadar conmigo, porque no hice nada malo… Sacaste tus propias
conclusiones sin siquiera escucharme…
Se arrodilló en el suelo y
asintiendo sin parar me abrazó y comenzó a llorar.
-Perdóname- apenas la escuché decir
aquello.
Le devolví el abrazo y no nos
soltamos hasta un buen rato después.
~*~
Nos quedamos ahí tumbados más de
una hora, hablando de lo que habíamos hecho el tiempo que no estuvimos juntos.
Le conté cómo había ido el curso y mis notas. Aunque omití la fiesta en la casa
de Alec. No tenía por qué enterarse aunque no hubiese pasado nada. Apoyé un
brazo en su pecho y le miré a los ojos que los tenía hinchados, como yo
seguramente, y le besé como tantas veces había deseado desde aquel
malentendido. Ahora me sentía estúpida por no haberle devuelto las llamadas y
por no contestar a sus correos.
Comenzamos a reírnos como tontos y
viendo lo tarde que era decidimos levantarnos y volver a la casa. Seguro que
Key nos hacía un buen interrogatorio y mis amigos querrán una explicación de
por qué SHINee están en mi casa. Pero había tiempo suficiente. Ahora ya no me
preocupaba nada. Sé que Taemin, después de haber recorrido medio planeta para
venir a explicarme todo… Nunca haría nada que me hiciese daño. Confiaba en él
más que nunca y haría que él pensase lo mismo de mí. No volvería a dejarle
marchar.
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