Capitulo
9: A-YO
La luz del sol entraba por la ventana. No cerré la ventana anoche… Me incorporé
y miré el reloj. Era bastante tarde. Miré a mí alrededor, pero Hye Hoon no
estaba. Decidí levantarme y bajar a la cocina. Escuché voces en el salón. Era
ella y estaba con Key. Escuché mi nombre así que decidí prestar atención a lo
que decían.
-… tarde o temprano. Lo sabes.- Key le estaba
diciendo algo, pero no alcancé a escucharlo.
-Ya lo sé, Key, pero no quiero admitirlo. Me
niego. Sé que será difícil, pero intentarlo no mata a nadie.
-Puede que te haga daño a ti.
Hubo un pequeño silencio en el que me pareció
escucharla llorar. Sentí el impulso de salir y abrazarla,
pero Key comenzó a hablar otra vez.
pero Key comenzó a hablar otra vez.
-Esto que te estoy diciendo no es porque no
esté de acuerdo con que estéis juntos. Todo lo contrario. Yo soy el que más
feliz está. Solo intento decirte que será complicado y duro. Que te hagas a la
idea.
Me asomé un poco para ver su cara y antes de
que volviera a ponerse a llorar Key la abrazó. Decidí salir con una sonrisa
para hacerla sentir mejor y alegrarla un poco.
-Tum tum- canturreé mientras le daba
toquecitos en la cabeza para que se girase.
Me miró y sonrió. Yo sin importarme en
absoluto la presencia de Key agarré su rostro entre mis manos y la besé como
aquella misma noche.
-¡Yaah!- me dio un golpe en el brazo haciendo
que me apartase un poco de ella- ¡Te acabas de levantar y ya la estás acosando!
Le saqué la lengua y me fui a la cocina a
desayunar.
-¿Has comido algo?- le pregunté.
-Todavía no. Me he levantado hace un rato.
Asentí y le serví un vaso de leche también. Me
preguntó si teníamos tostadas así que le preparé un par.
~*~
Esa tarde fuimos al parque de atracciones.
Avisé a Woosung y a su hermanita y fuimos todos juntos. Al principio Taemin me
dijo de ir los dos solos, pero Jonghyun nos pilló y le dijo a Key que pretendía
acapararme. Y así hemos acabado. Pasando el día todos juntos. Los dos días
siguientes no podría pasarlos con él porque tenía la agenda llena. Y esa misma
semana volvíamos a España. Ahora no quería volver. Iba a ser duro, lo sé. Pero
iba a esforzarme para poder volver lo antes posible. Ahora sentía que mi vida
no era nada sin él.
Sin quererlo el día de irnos había llegado.
Taemin me había llamado preguntándome cuando me iba, para intentar vernos, pero
dijo que le era imposible.
-En
serio lo siento. Me gustaría ir, pero tenemos una sesión fotográfica.
-No importa. Tranquilo. Te llamaré cuando
llegue.
-Haz una
llamada perdida para que te llame yo cuando esté libre que me es más barato,
¿vale?
-De acuerdo… Te quiero.
-Y yo a
ti.
Guardé el teléfono en mi bolsillo y recogí las
últimas cosas. Cuando bajé Woosung ya estaba guardando las maletas en el coche,
para irnos. Me despedí de los abuelos que habían sido muy amables conmigo y
subí al coche. Me fijé en cada árbol y en cada casa, recordando la primera vez
que lo vi. Habían pasado casi dos meses y viví un montón de cosas. Ahora tocaba
volver a mi mundo de estudiante mediocre, sin mi adorado idol cerca. Iba a
extrañar sus abrazos. Solo el recuerdo de su tacto me hacía temblar. Sacudí la
cabeza y me concentré en la música que estaba sonando hasta llegar al
aeropuerto. Al entrar nos dirigimos a la zona de facturación para pasar las
maletas. Faltaban unos 40 minutos para embarcar así que le dije de tomarnos algunas
fotos en el aeropuerto como si fuésemos idols.
-Será divertido ver esto cada mañana en mi
habitación.
Nos pusimos las gafas de sol y comenzamos a
desfilar mientras el tío de Woosung nos tomaba las fotos como un fotógrafo
profesional. Fue muy divertido y entretenido. Después nos sentamos en los
bancos a esperar. La pequeña Narae estaba todo el rato intentando llamar
nuestra atención, hablando de lo que había hecho con su abuela y sus amigos.
Cuando dieron el primer aviso para embarcar nos levantamos para dirigirnos al
avión, pero unos brazos me lo impidieron.
-Gajima…
Las lágrimas se me amontonaron en los ojos así
que bajé la cabeza para que el pelo me tapase la cara.
-Sabes que no puedo quedarme. Tengo mi vida en
España y al menos tengo que acabar mis estudios allí…- me giré y le devolví el
abrazo. Apenas le reconocía si le miraba.- Por favor… Prométeme que me
esperarás. Juro que en Navidad estaré aquí. Ahorraré para venir.
Me separó de él para mirarme a los ojos,
aunque yo no podía ver los suyos. Una lágrima se coló por debajo de sus gafas
de sol y yo sin poder contenerme aparté un poco la mascarilla que llevaba y
estampé mis labios en los suyos. Me abrazó tan fuerte que pensé que me quedaría
sin aire. Muy a mí pesar me separé de él y ayudada por Woosung me subí al
avión. Me dolía tanto el pecho que decidí tomarme una tila e intentar dormir.
Cuando Woosung me despertó estábamos
aterrizando. En el aeropuerto nos esperaban mis padres. Mi madre me apretujó
tanto que pensaba que se me saldrían las tripas por la boca. Estaba feliz por
verles otra vez, pero el vacío que dejaba Taemin iba a ser difícil llenarlo.
Tampoco era un adiós para siempre, pero era duro. Cogimos el equipaje y nos
fuimos a casa.
-Bueno, gracias por traerme- les estrechó la
mano a mis padres- Nos vemos mañana jageun
sarang.
-¡Babo!
Se despidió y entró a su casa con Narae. Yo
por mi parte me dispuse a deshacer mi maleta y a ordenar mis cosas con la ayuda
de mi hermana. ¡Casi lo olvido! Tengo que
llamar a Taemin. Miré el reloj para ver qué hora era. Estará durmiendo… Mejor le llamo en otro momento. Aunque me había dicho
que le llamara cuando fuese. Cogí el teléfono y le hice la llamada perdida.
Al segundo de colgar me llamó.
-¿Hye Hoon?- su voz sonaba algo ronca.
-¡Taeminnie! Perdón por haberte despertado. Si
quieres hablamos más tarde.
-¡No! Da
igual- escuchar su risa me hacía sentir mejor- ¿Acabas de llegar?
-Sí. Estaba deshaciendo la maleta.
-Parece que tu coreano ha mejorado un montón-
dijo mi hermana que me escuchaba estupefacta- Creo que me tienes que contar
muchas cosas.
-¿Quién es?- preguntó Taemin.
-Es mi hermana.
-Pon el
altavoz- le hice caso- ¡Hola!-
comenzó a decir en inglés- ¡Soy Taemin!
Ahora el n…
-¡NADA!-le corté y le hablé en coreano-
Todavía no lo sabe.
-Sorry…
Bueno solo quería saludar.
Quité el altavoz y comencé a reírme.
-Es normal que todavía no lo sepa. No me ha
dado tiempo. La acabo de ver.
-Si
quieres os dejo que habléis que a mí me has visto hace nada. Ya hablamos más
tarde, ¿vale?
-Llámame cuando puedas. Hasta mañana.
-Hasta
mañana. Saranghae.
Todavía sonriendo colgué el teléfono y sin
previo aviso mi hermana me sentó en la cama pidiéndome explicaciones.
-¿Por qué Taemin, Lee Taemin- enfatizó- tiene
tu número de teléfono? ¿Qué es lo que iba a decir que no le has dejado decir?-
se cayó unos segundos- ¿Y qué demonios ha sido ese “Saranghae” que he oído?
Vaya, no
pensaba que lo hubiera escuchado, pensé. Me dispuse a contárselo todo con pelos
y señales, emocionándome casi tanto como cuando ocurrió. Bueno, obvié algunos
detalles que solo conoceríamos él y yo.
-¡Wow…! ¡No tengo nada más que decir!- se
tumbó sobre la ropa que no habíamos guardado todavía.
-Estoy pensando en ahorrar y trabajar a medio
tiempo para poder irme en Navidad allí. Taemin me dijo que me podría quedar en
la casa con ellos.
-Me has dejado en shock.
Nos abrazamos y gritó de alegría conmigo.
Sabía que ella se alegraría por mí. Me dijo que le gustaría venir conmigo pero
que tal vez se esperaría al verano.
-¡Qué rabia, ¿no?!- dijo de repente cuando nos
pusimos a ordenar todo de nuevo. La miré interrogativa- Que ahora que tienes
novio y él es un cielo, tú estés aquí y él en la otra punta del mundo.
-Tampoco nos hemos visto mucho allí. Ha venido
al aeropuerto de milagro. Ni siquiera le esperaba. Me ha sorprendido mucho-
guardé la última camiseta y me despedí de mi hermana- Voy a acostarme ya. Estoy
bastante cansada y es tarde.
Mi hermana asintió y me dejó descansar. Era la
última semana de agosto y, como todavía se notaba el calor por las noches, me
costó dormirme. Cuando me desperté ya era media mañana. Aunque todavía notaba
el cansancio, decidí levantarme. Mi madre estaba en la cocina cuando entré a
prepararme un café con leche. Sonreí y abrí la nevera.
-Si tienes sueño deberías seguir durmiendo-
dijo cuando me vio coger el café.
-Prefiero aprovechar las horas de luz y dormir
a la noche.
Me lo bebí de un trago y fui a vestirme. Cogí
el bikini, una toalla y por si acaso, algo de dinero, y lo metí todo en la
mochila. Me la colgué al hombro y salí por la puerta.
-¡Volveré para comer!
El aire caliente me dio en la cara como un
bofetón. Traté de darme prisa para no tener que soportar mucho este poniente.
Toqué el timbre de Woosung tres armoniosas veces para que supiese que era yo.
Cuando abrió parecía que se acababa de levantar. Me miró un tanto confundido y
me invitó a pasar.
-¿Te apetece un poco de natación?- cogí su
mochila y le guardé todo antes de que rechistase. Le saqué el bañador y una
camiseta blanca de tirantes.
-¡Oh, vamos! Me acabas de despertar y estoy
hecho polvo. Además, la piscina municipal es horrible.
-¿Quién ha dicho que vamos a la piscina?
Sonreí maliciosa y cogí las llaves de los
candados de las bicicletas. Le quité la camiseta a la fuerza y le miré asesina.
-Si no te vistes en dos minutos entraré y te
obligaré.
Cerré la puerta y esperé. Al poco salió con la
mochila en la mano y nos dirigimos al trastero a por las bicis. Íbamos a ir al
río que había a unos 15 minutos al norte del pueblo. Era el sitio perfecto para
nadar porque tenía varias charcas profundas en las que sumergirse a placer.
Antes de salir le dije que se pusiera crema solar porque hacía bastante calor.
Por el camino mientras pedaleábamos, estuvimos cantando algunas canciones para
matar el tiempo y que Woosung se despejase. Cuando ya divisamos el río, subimos
unos metros hacia el nacimiento, donde se encontraba, para nosotros, la mejor
charca. Dejamos las bicicletas apoyadas en un árbol y pusimos los candados
sujetando también las mochilas. Woosung ya se había quitado la camiseta y la
había dejado sobre su toalla, que estaba extendida al lado de las bicicletas
junto a la mía. Dejé mi ropa a su lado y me acerqué al borde de la roca. Toqué
el agua, que estaba congelada, y dije:
-¡Está genial! No está tan fría como me
esperaba.
Woosung hizo ademán de probarla antes de
lanzarse y aproveché su descuido para empujarle al agua yo misma, aunque no sin
ser arrastrada tras él. Vamos a morir de
hipotermia, me dije.
~*~
Cuando acabamos de ensayar Onew propuso ir al
salón de juegos que había cerca en el barrio. A todos nos pareció bien, así que
nos duchamos y nos cambiamos allí mismo, en el estudio. EXO-K también había
estado ensayando un poco antes que nosotros. Como vi que estaban cambiados les
propuse venir.
-Yo no puedo- dijo *LIDER*- Tengo que preparar
unas cosas con *OTRO CHICO* para el programa de radio de mañana.
-Pues yo sí que voy- saltó Kai. Agarró a
Baekhyun y tiró de él hasta nosotros- Venga, a pasarlo bien. ¿Vienes D.O?
-Vale- se giró para despedirse del resto- Nos
vemos luego. Prometo ayudaros cuando vuelva así que déjame algo de trabajo.
Kai me pasó el brazo por los hombros igual que
a Baekhyun y nos fuimos todo lo discretos que nos permitía la noche hasta el
salón de juegos. Key y Minho fueron a jugar al billar, los mayores a las
máquinas de lucha, y los chicos de EXO-K y yo jugamos al futbolín.
-Oye, Taemin- empezó a decir D.O- Espero que
no te moleste que te haga esta pregunta un tanto personal- empecé a reírme y le
dije que podía preguntar libremente- Resulta que el otro día escuché de las
chicas que tenías novia. El rumor no ha salido de la agencia, ni siquiera lo
sabe el CEO, así que tranquilo- dijo al ver mi expresión.
-Somos jóvenes y curiosos, compréndenos. Así
que suéltalo ya- me espetó Kai.
-Bueno… Sí, tengo novia, pero no es de aquí.
Es española. Ha estado todo el verano en Corea hasta hace un par de semanas. Me
dijo que intentaría venir en Navidad otra vez, así que podréis conocerla.
Los tres me felicitaron y me pidieron una
foto. Les enseñé un vídeo que grabamos en el parque de atracciones en el que
sale guapísima.
-Si viene en Navidad cuídala bien porque puede
que te la quite.
Kai y yo éramos muy parecidos. Nos gustaban
las mismas cosas, pero no iba a dejar que me quitase a Hye Hoon como hacía con
mis CD de música.
-Tranquilo, no la acosaré.
Le empujé y saqué otra bola para seguir
jugando. Cuando nos íbamos miré el reloj de España que tenía en el móvil. Era
la hora perfecta para llamarla. Subí al coche con todos y marqué su número. Puse
el altavoz a petición de Kai y esperé a que lo cogiera.
-¿Sí?- contestó.
-Soy yo. ¿Te pillo en buen momento? ¿Has
comido ya?
-Sí,
tranquilo. Estaba leyendo. ¿Tienes el altavoz puesto?
Sí, es que estoy con los chicos y con…
-¡Holaaaaaaaa!- dijo Kai quitándome el
teléfono de la mano- Soy Kai. ¿Me conoces?- Hye Hoon se quedó callada un momento
seguro que por la emoción y empezó a parlotear como una cotorra.
-¡Sí, sé
quién eres! Me encanta EXO. Vuestro primer mini álbum es genial. Espero ansiosa
más trabajos.
Kai le dijo que también estaban D.O y Baekhyun
con nosotros y se los presentó. Los saludó y habló un poco con ellos antes de
coger yo el teléfono otra vez. Quité el altavoz para que me escuchase mejor.
-¿Cuándo empiezas las clases?
-Dentro
de una semana. Mi madre está histérica. No quiere que me vaya de casa. Aunque
le tranquiliza que viva con mi hermana y Woosung- hubo un pequeño silencio
que Hye Hoon rompió con tono preocupado- No
sé si seré capaz de pasar la Universidad…
-Seguro que lo harás genial. Bueno tengo que
colgar. Un saludo de parte de todos y dice Key que un día de estos te hará una
vídeo-llamada vía portátil- escuché su melodiosa risa aceptando la llamada y se
despidió.
Guardé el teléfono y bajé del coche con los
chicos despidiéndome de Kai y los demás. Antes de entrar por la puerta Jonghyun
me detuvo y me llevó a la parte de atrás de la casa. Le miré interrogante,
porque no tenía ni idea de qué iba todo aquello. Guardó silencio un momento
hasta que finalmente habló.
-¿Cómo estás?- dijo simplemente.
-¿Bo? ¿A qué viene esa pregunta ahora?
-Contéstame.
Empezaba a asustarme. Estaba demasiado serio.
-Pues bien. Estoy bien- sonreí- Hyung, ¿a qué
ha venido esa pregunta?
-No te estoy preguntando sobre tu estado de
salud- otro silencio. Esto empezaba a ponerme nervioso- ¿Cómo estás, Taemin?
Por fuera pareces el mismo, pero cuando estamos solos estás con la mirada
perdida y casi siempre cabizbajo- apoyó su mano en mi hombro- Sé que la echas
de menos… Pero no puedes hundirte. No lo hagas.
Era la primera vez que Jonghyun era tan
profundo conmigo. Nunca me hablaba tan seriamente. La verdad es que tenía algo
de razón. A veces duele tanto que incluso siento ganas de llorar y explotar.
Pero me contengo. No puedo parecer débil ni quiero serlo.
-Yo… No voy a hundirme. Jamás me lo
permitiría. Aunque hay veces que me gustaría dejarme llevar por la tristeza.
-Sabes que cuando te sientas un poco depre
puedes hablar conmigo o con cualquiera de los chicos. No te lo guardes o será
peor. Key también la echa muchísimo de menos, igual que yo y el resto. Sé que
tu caso es diferente, pero te lo repito: no te hundas.
Negué con la cabeza y le di las gracias por la
conversación. Parece que lo necesitaba porque me sentía más ligero.
-Si vuelves a sentirte así habla con nosotros.
Si no lo haces sabrás lo que es la soledad, pero de verdad.
Parecía que me lanzara rayos con los ojos
cuando se fue. Entré sonriendo poco después que él y subí a la habitación para
acostarme.
-¿No vas a cenar nada?- preguntó Minho cuando
me vio subir.
-No tengo hambre. Prefiero dormir.
-Deberías comer algo, flacucho- intervino
Onew.
Asentí, cogí una manzana y me di la vuelta
para irme a la habitación, pero Minho me cogió del brazo y me dio un vaso de
leche. Puse los ojos en blanco y me subí con ambas cosas a la habitación. Me lo
tomé rápido evitando atragantarme, me di una ducha rápida y me acosté.
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